Un joven pontevedrés, de 25 años de edad y cuya identidad responde a las iniciales M.Q., acusa a uno de los porteros de una conocida discoteca de la calle Cobián Roffignac de la capital de agredirle y romperle la mandíbula, en un incidente registrado a las puertas del local momentos después de que le hubiese impedido la entrada por llevar calzado deportivo. Eran alrededor de las cinco de la madrugada del domingo.

Además de golpearle, el atacante le habría arrancado de la mano y pisoteado el móvil con el que estaba grabando la entrada de varias personas con el mismo tipo de calzado deportivo que impidió su acceso.

A consecuencia del golpe -”menos mal que me dio con la mano abierta” señalaba la víctima- le rompió la mandíbula y una muela, lo que lo mantiene ingresado en el Hospital Povisa de Vigo recuperándose de la intervención quirúrgica a la que tuvo que ser sometido.

De acuerdo con la versión de de la víctima, y que aparece recogida en el atestado policial levantado en el lugar de los hechos, el portero señaló al joven que no podía entrar por llevar deportivas y cuando éste le preguntó si era una norma, le respondió que sí.

El chico se quedó a las puertas del local nocturno y vio cómo entraban cinco o seis personas con zapatillas, por lo que se dirigió al portero haciéndoselo notar. “No me hizo caso y le dije que entonces iba a grabar todo para presentar una queja”.

En ese momento, explica M.Q., “me advirtió seriamente que no lo grabase a él pero no le hice caso y entonces me dio con la mano abierta y me arrancó el móvil y lo destrozó”.

Llamó a la Policía

El agredido llamó a la Policía Nacional y denunció el ataque, por lo que se presentaron en el lugar una patrulla policial y una ambulancia del 112 que, trasladó al chico a Montecelo. Desde allí fue reenviado a la unidad Maxilo-facial de Povisa.

Antes del traslado los agentes tomaron declaración al agredido y hablaron con el responsable de la discoteca que llamó a los porteros que estaban allí en ese momento.

El joven pontevedrés no identificó a ninguno como su agresor, indicaron fuentes policiales, lo que para el agredido es lógico “porque cambiaron a dos, uno de ellos el que me pegó, antes de que llegase la Policía”.