Los presupuestos de la Xunta para 2011, aprobados ayer, fueron calificados como "números roxos" para Pontevedra, por el gobierno bipartito, y como "adaptados aos novos tempos" por la oposición del Partido Popular. La teniente de alcalde y portavoz socialista, Teresa Casal, aseguró que las cuentas de la Comunidad Autónoma arrojan un "saldo negativo" para la ciudad del Lérez, tras la supresión de varios proyectos comprometidos con el anterior gobierno de la Xunta. "Todo o que sabemos ao respecto son que se deixarán de facer cousas: a mellora da estrada de Ponte Caldelas, a de Vilagarcía, a variante de Marín, a ronda Leste, o hospital...", apuntó Teresa Casal, quien recordó que muchos de estos proyectos fueron consensuados con el gobierno bipartito de Emilio Pérez Touriño. "O que temos agora son cousas que se desfán, non cousas que se fan", sintetizó la portavoz socialista, quien criticó que el único proyecto que aporta la actual Xunta es "precisamente un que ninguén quere, nin o Concello nin os veciños, unha estrada de 1,3 kilómetros e catro carriles que vai dar a un monte", criticó Casal, en alusión a la ampliación de la ronda O Pino-Bora.

En nombre de la oposición conservadora, Telmo Martín valoró los presupuestos de la Xunta como "adaptados aos tempos que nos tocan", y aseguró que los populares se encuentran "conformes e tranquilos" con las cuentas del gobierno autonómico, porque incluyen "grandes proxectos" como el hospital de Monte Carrasco, el convenio del saneamiento, la ampliación de la PO-542 (O Pino-Bora), el plan de humanización de Monte Porreiro, o la variante de Marín.

"En dous anos, o goberno da Xunta fixo máis que o bipartito en catro anos, e iso que a esta Xunta tócalle vivir os peores tempos da economía española", argumentó Telmo Martín.