Pontevedra se perfila como una pequeña isla de estabilidad empresarial en la provincia, a tenor de los datos revelados por el censo del IAE, el impuesto de actividades económicas que pagan las firmas que facturan más de un millón de euros al año. De acuerdo con este censo no sólo las empresas locales resistieron durante el último año el envite de la crisis económica sino que en el municipio nacieron o se consolidaron un 5,2% más de nuevos contribuyentes del IAE.

De acuerdo con este registro, durante 2009, fueron 662 las empresas que pagaron dicho impuesto en el Concello de Pontevedra. Un año antes habían sido 629 las sociedades que abonaron el tributo.

Por este concepto las arcas municipales ingresaron el pasado año 1,67 millones de euros, alrededor de 45.000 euros más que en 2008.

El concejal de Hacienda, Raimundo González, entiende que los datos del IAE reflejan que "temos unhas empresas que, o mellor non son, moi grandes e moi fortes, pero sí equilibradas e se manteñen". Una realidad que, recalca, hay que valorar en su justa medida y sin ignorar el contexto de crisis en el que estamos. En cualquier caso, añade González Carballo, "son datos positivos que hai que poñer en valor" dado que vendrían a demostrar que Pontevedra es un lugar con posibilidades para los emprendedores.

Al espíritu emprendedor de los pontevedreses apela el presidente de la Cámara de Comercio, Ricardo Mirón, a la hora de interpretar el "aguante" de las empresas locales en una situación económica y laboralmente adversa. "En este concello están radicadas microempresas y empresas medianas con buenos resultados" entre las que hay, añade el presidente cameral, tanto firmas de consolidada tradición familiar como nuevas sociedades de servicios y vinculadas a las nuevas tecnologías. "Pontevedra es cuna de emprendedores, lo ha demostrado en las últimas décadas" concluye Mirón.

Comercio en declive

Pero si el abanico de empresas que pagan IAE dibujan la cara amable de la economía local, la cruz la pone en este momento el comercio minorista, según coinciden en señalar desde el Concello, la Cámara de Comercio, Aempe y los sindicatos. La falta de apoyos financieros y la caída del consumo sitúan al sector en el ojo del huracán.

Durante el último trimestre del año comenzó una cascada de cierres de establecimientos comerciales que se intensificó al finalizar diciembre, coincidiendo con los balances anuales del negocio y que todavía continúa. El cierre de cada comercio deja en la calle y conduce al paro a sus propietarios y empleados.

Este goteo de desempleados, unido a los trabajadores afectados por expedientes de regulación y despidos de empresas radicadas en la capital y en su entorno elevan a 7.468 el número de parados de la capital, según consta en la oficina del Servicio Galego de Colocación-Inem de Pontevedra.

La cifra alcanza los 11.257 demandantes de empleo si se toma como referencia la comarca definida por el organismo laboral, la cual incluye a los municipios de Pontevedra, Vilaboa, Ponte Caldelas, Poio, A Lama. Cotobade, Campo Lameiro y Barro y llega a los 90.599 si se toma como referente el conjunto de la provincia.

Además de por el paro, el mapa laboral de Pontevedra se ha visto alterado en el último año por la realidad específica de cada empresa y sector puesto que, por ejemplo, en la provincia 9.900 trabajadores se vieron afectados por expedientes de regulación de empleo temporales y aproximadamente 30.000 no han firmado el correspondiente convenio colectivos.

Sectores castigados

Sindicatos como UGT y CC.OO y organizaciones empresariales como la Cámara de Comercio de Pontevedra o Aempe coinciden al afirmar que la crisis "no ha tocado fondo" .

Con los sectores textil, industrial y de servicios en su peor momento, unos y otros auguran que la construcción naval (a pesar de complicaciones puntuales como las que vive, por ejemplo, Factoría Naval de Marín) o el del automóvil están llamados a actuar de motor de crecimiento en la provincia y que el subsector de servicios dedicado a la atención de las personas y la hostelería jugará un papel determinante en la capital. Junto a ellos el sector de la automoción, tecnológicamente puntero y pionero en I+D+i al igual que el naval, y un repunte en la construcción completarán las área económico-empresariales y por tanto laboralmente más activas en los próximos años.