Las obras para transformar la avenida de Marín (desde la rotonda de San Roque hasta la de Malvar) en un vial urbano comenzarán en el plazo de un mes y se calcula que se podrá disfrutar de su nueva imagen en el plazo aproximado de un año. El concejal de Mobilidade, Luis Bará, presentó ayer el proyecto definitivo de esta remodelación, presupuestada en poco menos de tres millones de euros, lo que la convierte en la segunda actuación más ambiciosa que se pone en marcha en la ciudad, tras la reforma urbana de Joaquín Costa, Pintor Laxeiro y A Estrada.

Este proyecto será aprobado el próximo lunes por la junta de gobierno y con ese trámite será posible gestionar ante la Dirección General de Costas sus permisos con el fin de actuar en terrenos marítimo-terrestres, como la franja marítima de esta PO-12 o el solar de Mollabao donde se instalan los circos, parcela que se pretende ajardinar y dedicarla a estacionamiento disuasorio.

A la espera de que se obtenga esa autorización de Costas, las obras comenzarán en puntos no afectados por ese deslinde marítimo-terrestre, como las dos calles perpendiculares que se urbanizarán: un vial paralelo al río de Os Gafos en su desembocadura, la calle Simón Bolívar, donde se encuentra la Casa del Mar, y Licenciado Molina, donde sigue en pie un abandonado transformador de Fenosa, que no está previsto derribar.

Otro de los puntos en los que se actuará de inicio es la rotonda de San Roque, ante la sede de la Autoridad Portuaria, que se remodelará de forma notable con el fin de eliminar la red semafórica actual y mejorar las comunicaciones peatonales. Este punto será uno de los más complejos al tener que mantenerse en lo posible la circulación.

Bará explicó ayer que "esta transformación incidirá en una zona de gran importancia simbólica y real, ya que hasta ahora es un espacio "prohibido" debido al tráfico y las dificultades de acceso peatonal". Añadió que "se recuperarán espacios públicos" con la creación de una pasarela de madera volada sobre el mar, y un carril bici de un kilómetro, aprovechando que se elimina uno de los carriles de circulación de salida hacia Marín. En ese sentido se limita el tráfico a un carril, pero se mantienen los dos de entrada a la ciudad. No obstante, el tráfico se "calmará" con pasos sobreelevados. El concejal destacó que esta actuación permitirá "disfrutar de la luz, el colorido y las puestas de sol sobre la ría", ahora vetadas por "esta vía rápida".