Después de una larga semana en la que los presupuestos de la Xunta para 2010 protagonizaron la vida municipal, con la visita de un conselleiro incluida, el PP quiso convertir el pleno de la corporación de ayer, mediante una interpelación directa al alcalde, en el "balance final" para comparar las inversiones que vendrán con Alberto Núñez Feijóo con las que llegaron durante el mandato del bipartito autonómico. El debate se presentaba, a priori, farragoso, cargado de cifras y números. De hecho, empezó con una modificación de crédito de 700.000 euros, que se aprobó con la abstención de la oposición.

Y a continuación hubo una buena dosis financiera, que se pueden resumir en cuatro cantidades: Para el PP, en 2009 se reflejaron en los presupuestos 15,6 millones de euros (al margen de lo que se ejecutó realmente) y en 2010 esa cifra subirá a los 24,2 millones. En cambio, para el gobierno local, el bipartito consignó en su día algo más de 30 millones en el municipio y Feijóo apenas otorgará el próximo año 12. Como todos admitieron ayer, "los números son siempre manipulables".

Pero en realidad, el debate de ayer acabó convirtiéndose en un descarado concurso de monólogos, con cinco concursantes: César Mosquera y Miguel Fernández Lores por el BNG, Teresa Casal por el PSOE y Jacobo Moreira por el PP, grupo en el que se echó en falta la intervención de su portavoz, que privó a los muchos presentes de un aguardado cara a cara entre Telmo Martín y el alcalde.

Lo que decía cada uno más parecía un guión establecido de antemano que un debate encendido y contrastado. El público, con numerosos alumnos del Luis Seoane, aguantaba estoicamente la sucesión de reproches, en los que destacó Mosquera. El edil nacionalista atacó a la yugular, diciendo que "nunca seis meses (los que lleva gobernando Feijóo) dieron para tantas agresiones y medidas nocivas hacia este municipio", citando la creación de la delegación territorial de Vigo y, sobre todo, la "agresión sanitaria", al "pasar de 30 millones consignados para el nuevo hospital a quedarnos ahora sin nada".

A falta de la intervención (que nunca llegó y que sorprendió a más de uno) de Martín, el encargado de destacar que la Xunta invertirá el próximo año más de lo gastado por el bipartito en todo su mandato fue Jacobo Moreira. El edil popular quiso centrar su interpelación al alcalde en números y más números y en poner sobre la mesa documentos oficiales. El gobierno local respondió a esa demanda con la entrega de un pen-drive (con el borrador presupuestario entero) y el consejo de que "se lo trabajen".

Pero el momento estelar del concurso llegó con el monólogo de Fernández Lores, que sabe animar cualquier conversación con anécdotas y chistes. Ayer estuvo tentado de incorporar alguno a su discurso, pero, aún así, logró arrancar muchas sonrisas y algunas carcajada entre el público. Acusó al PP de "hacer, como grupo municipal, un papelón nunca visto en esta ciudad" hasta el punto de que "ustedes pueden servir de definición a la palabra servilismo porque se bajan los pantalones ante Feijóo".

Ironizó con los 180 millones anunciados para el hospital de Monte Carrasco: "No hay seis este año, ni 20 el que viene, pero en 2013 aparecerán 180; ustedes tienen un morro que se lo pisan". Recordó que la ubicación elegida está al lado de San Cibrán por lo que "si un médico no acierta, siempre se podrá pedir un milagro al santo". Y cerró con dos "perlas". La primera, que la idea de crear cuatro carriles en la carretera O Pino-Bora (la PO-242) sólo tiene un objetivo: dotar de acceso de gran capacidad al terreno de Marcón ofrecido a Ence; y la segunda, que "me da vergüenza ajena escucharlos, porque son una rémora y, por decirlo en plan fino, me tienen despeinado". Con los aplausos del respetable, concluyó la representación.