El futuro de Ence y el posible traslado de su fábrica de Lourizán fuera de la ría regresa al debate pontevedrés tras meses de silencio oficial. La Xunta de Galicia ha emplazado a la empresa pastera a “analizar” las posibilidades de que su futuro complejo se emplace en la parroquia de Marcón, la polémica ubicación que el portavoz del PP, Telmo Martín, puso sobre la mesa en junio de 2008. El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, ha hecho oficialmente suya esta propuesta y así se la ha trasladado a la compañía en recientes “encuentro al más alto nivel”.

El objetivo, según Hernández, es que Ence abandone las orillas de la ría, pero que permanezca en las proximidades. De hecho, si la elección de Marcón no fuera aceptada por Ence, se le pide que busque otro lugar adecuado, pero con la condición de que sea “siempre dentro de la comarca de Pontevedra”. No especificó, por contra, qué recibiría la compañía para incentivar ese traslado.

La visita institucional de ayer del conselleiro a Pontevedra fue el escenario elegido por Agustín Hernández para subrayar la “posición firme” del Gobierno gallego para que Ence “abandone lo antes posible la ría y se traslade, a ser posible en la comarca”. El anuncio lo hizo pocos minutos después de entrevistarse con el alcalde, Miguel Fernández Lores, abiertamente contrario a que Ence permanezca en el municipio, sea el lugar que sea, y que recibió con “sorpresa”, según el mismo confesó, el anuncio del conselleiro. El punto de partida de la Xunta es la propuesta de 1.600.000 metros cuadrados planteada por el PP hace año y medio en Marcón y Bora para crear un “centro tecnológico del papel”. Telmo Martín, que ayer siguió muy de cerca la visita de Hernández a Pontevedra, aseguró que su propuesta no llegó a ser planteada a la compañía, un papel que protagoniza ahora la Xunta, que pretende que la empresa “nos comunique su posicionamiento al respecto”.

Sorpresa municipal

La consellería plasmó en un comunicado oficial un resumen de la entrevista de ayer de Hernández y Lores, donde se apunta que este hipotético traslado a Marcón fue uno de los “temas tratados”. Sin embargo, Lores aseguró que tanto en la reunión personal entre ambos como en la junta de portavoces anteriores con el conselleiro, el titular de Medio Ambiente no comentó ese punto concreto. El alcalde afirma que se enteró de estas pretensiones autonómicas durante la comparecencia conjunta de ambos con la que se cerró la visita. Lores se apresuró a dejar clara “nuestra oposición a que la fábrica permanezca en el municipio”. Este rechazo a Marcón ya fue expresado en su día por diversos colectivos de la parroquia.

El “asunto Ence” vino a empañar, para el gobierno local, una visita que hasta entonces había sido calificada de “muy positiva” por el alcalde, ya que permitía “corregir parte del castigo” que, según Lores, había sufrido Pontevedra el día anterior al conocer el borrador de Presupuestos de la Xunta para 2010.

Aunque el alcalde evitó mostrarse especialmente eufórico, sí admitió su satisfacción por algunos de los anuncios realizados por el conselleiro, especialmente el relativo al plan de saneamiento rural y de la ría. Quizás como “compensación” por el apoyo de la Xunta a que Ence permanezca en el rural pontevedrés, Agustín Hernández garantizó el “compromiso” de su departamento de firmar un segundo convenio, por diez millones de euros, con el concello para afrontar una nueva fase de obras de alcantarillado en la parroquia. El primer acuerdo se suscribió con el gobierno bipartido, que aportó cinco millones de un plan total de 26. El asunto había quedado en suspenso desde las elecciones autonómicas y el gobierno local temía que la paralización fuera permanente, a la vista de la falta de partidas específicas en el presupuesto. Hernández explicó que la Empresa Pública de Obras e Servizos Hidráulicos dispone de partidas genéricas para “el saneamiento de las rías, donde puede encajar este convenio”, que podría firmarse en los primeros meses de 2010.

La Xunta aportaría siete millones y el concello tres, para realizar obras en once parroquias, según el reparto realizado por el gobierno local: Santa María y San Andrés de Xeve, Alba, Salcedo, Mourente, Marcón, Pontesampaio, Canicouva, Bora, Lérez y Campañó. Curiosamente, Marcón (la parroquia propuesta por el PP para la reubicación de Ence) sería la más beneficiada, con algo más de dos millones de euros. Salcedo, San Andrés de Xeve, Campañó, Santa María de Xeve y Bora recibirían fondos por encima del millón de euros. Hernández expresó su deseo de que este segundo convenio “funcione mejor que el anterior, con retrasos en las obras tanto de la Xunta como del concello”.

Sogama, de puntillas

En cuanto al propio saneamiento de la ría, el conselleiro hizo referencia al tanque de tormentas previsto en Placeres para almacenar el exceso de efluentes que se encauza a la depuradora, mientras que quiso pasar de puntillas por la última polémica surgida con el concello: la deuda de tres millones de euros que reclama Sogama a Pontevedra. El titular de Medio Ambiente, que no analizó el asunto con el alcalde en la reunión de ambos, reconoció que “hay un problema, del que se habló en su día y seguiremos hablando. Se trata de una discrepancia preocupante (las diferentes interpretaciones de Sogama y del concello sobre lo que cuesta cada tonelada de basura) pero estamos dispuestos a buscar un acuerdo”.