Uno de los apartados más esperados de la visita institucional de ayer del conselleiro Agustín Fernández a Pontevedra era el referido al capítulo de infraestructuras viarias, en el que el municipio arrastra numerosas demandas. Sin embargo, los planes de la Xunta, al menos a corto plazo, no aventuran una solución rápida para ninguno de ellos, ni siquiera en aquellos que ya están ejecución, como es la variante de Marín. También se confirmó ayer que la polémica reforma de la carretera de Vilagarcía, la PO-531, se aplaza sin fecha.

El tramo final de la variante de Marín, que conectaría Pontevedra de forma directa con O Morrazo, y ya está obras en la zona de O Regueiriño y otros puntos, se encuentra en suspenso debido al desacuerdo de la Xunta actual con la solución adoptada en Mollabao. Es otra de las modificaciones planteadas por Telmo Martín en su día y que ahora recoge la Xunta. Se trata de anular el proyecto de reforma del nudo de la autopista en la autovía de Marín, al lado de Ence y diseñar un nuevo enlace, más alejado de la ría. Para ello es necesario negociar con el Ministerio de Fomento, no sólo porque se comprometió a aportar más de cuatro millones para esa reforma (que aún no entregó) sino también porque la futura conexión prevista se proyecta en la circunvalación de la autopista, unos cientos de metros lejos de la ría.

“Un error”

Hernández explicó ayer que el resto del vial “está en plena ejecución” y confía agilizar sus plazos, pero en tramo final de Mollabao “es un error y tenemos la posibilidad de solucionarlo”. El alcalde se mostró de acuerdo con esta solución “siempre y cuando no suponga un retraso de más de dos o tres meses en una obra que ya acumula años de demora”. El conselleiro recordó que el pacto entre la Xunta y Fomento para remodelar ese nudo se negoció durante la etapa del bipartito y, pese a que el ministerio nunca llegó a consignar su cuota económica, el Gobierno gallego licitó y adjudicó la obra, reservando fondos para toda la ejecución. “Ahora hay que discutir con Fomento e incluso se los podría ahorrar esos cuatro millones si se cambia de sitio el enlace”, añade el conselleiro.

La desventaja de esta modificación, al margen de retrasos en su puesta en servicio, es que los actuales accesos y salidas de la autovía de Marín con la autopista conservarían el erróneo diseño actual, con los ramales en la izquierda, al contrario de lo habitual. Con el plan anterior, esas deficiencias se solventarían.

Carretera de Vilagarcía

Por su parte, no parece que haya otras razones que las estrictamente económicas para suspender la “humanización” de la PO-531. Una de las primeras medidas de Hernández nada más tomar posesión fue paralizar la reforma anterior, que dotaba de cuatro carriles a buena parte del vial actual. Se elaboró un nuevo diseño, basado en las sugerencias de los vecinos, pero su ejecución aún está lejos. De hecho, en 2010 no habrá obra alguna. El alcalde, que en su día también se opuso a la reforma inicial, calificó de “negativo” este aplazamiento al entender que la pretensión actual apuntaba a mejorar la seguridad vial y ralentizar el tráfico en la carretera de Vilagarcía, tal y como solicitó el concello.