La ciudad cambió ayer el sistema de recogida de basura. El servicio de limpieza, a través de la empresa concesionaria Cespa, comenzó a retirar los viejos contenedores de carga frontal y a instalar los 360 nuevos depósitos de carga lateral.

Según confirmó el concejal de Medio Ambiente Urbano, la empresa Cespa se comprometió al despliegue total de los nuevos depósitos en el plazo de "cuatro o cinco días". No se instalarán en el casco histórico, donde no pueden trabajar los nuevos camiones de recogida, así como otras pequeñas zonas de salida hacia el rural.

El nuevo sistema se implanta en dos rutas, una va desde Cobián Roffignac, Eduardo Pondal hacia San Amaro e interior, y la segunda de las rutas hacia el río Lérez y a la ría. Ayer se inició la colocación de los depósitos en la primera de las rutas.

Se sitúa un nuevo contenedor por cada dos viejos, ya que su carga es superior a dos de los antiguos, y se irán completando sucesivamente en el caso de ser necesarios más, según indicó el concejal, Raimundo González Carballo.

La empresa Cespa considera que podrá instalar alrededor de 70 contenedores cada 24 horas. Este despliegue implica que durante unos días convivirán los dos sistemas simultáneamente en las calles de la ciudad. Ante esta situación, el concejal pidió "disculpas anticipadas" por los pequeños desajustes en la recogida de basura que se puedan producir durante estos días.

En cuanto a los contenedores retirados, el propósito de la concejalía es repartirlos por las zonas por las que no cambian el sistema, especialmente el rural.

Raimundo González recordó que los que se encuentren en mal estado o deteriorados serán reciclados, mientras que los que estén en buen estado se repartirán por el rural para completar el servicio en algunos puntos en los que los existentes puedan resultar escasos.

Los nuevos contenedores tienen una capacidad 2.400 litros (es decir más del doble que los actuales de sólo mil litros). Son más seguros porque permiten tirar la basura desde la acera, sin que el usuario tenga que salir a la calzada. Disponen de un pedal para levantar la tapa, también de gomas protectoras para no trillar las manos y bajada retardada de la tapa, también con los mismos objetivos de seguridad.