La empresa pública Xestur Pontevedra, responsable del desarrollo urbanístico del polígono de Valdecorvos, ha superado ya el ecuador de las obras de urbanización de esos 125.000 metros cuadrados entre la avenida de Lugo y el barrio de A Seca (trabajos iniciados en agosto de 2008), pero apenas ha logrado colocar en el mercado las parcelas edificables previstas en el complejo. El presidente en la provincia de la sociedad, el concejal del PP en Poio Javier Domínguez, se reunió ayer con la concejala de Urbanismo, Teresa Casal. la cita servía como presentación oficial, pero también se aprovechó para repasar las actuaciones de Xestur en el municipio, especialmente el caso de Valdecorvos.

En este polígono se crearán ocho solares edificables, para albergar un máximo de 316 viviendas, 44 de ellas chalés, todas ellas con algún tipo de protección pese a ser de promoción privada. Hace un año, en octubre de 2008, se pusieron en venta esos solares para ser adquiridos por empresas interesadas, una operación con la que la Xunta esperaba ingresar más de 12 millones de euros. Un año después, la mayor parte de ellas aún siguen sin comprador. El pasado mes de julio, el propio Domínguez apuntaba que habían sido adjudicadas tres de ellas. Sin embargo, la información facilitada ayer por Teresa Casal apunta a que "en firme, está vendida una y hay precontratos o reservas con otras tres". Es decir, que en el mejor de los casos, aún quedarían cuatro terrenos totalmente disponibles.

De este modo, queda patente que la crisis del sector inmobiliario se deja sentir en el desarrollo de este polígono residencial, cuya urbanización se inició oficialmente en agosto de 2008 (por parte del anterior gobierno de la Xunta) y que aún tiene algunos meses de obras por delante.

Al margen de las áreas ofrecidas a la iniciativa privada, el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) cuenta con su propia parcela, en la que se programó la construcción de 132 viviendas sociales de promoción pública. Según Xestur, ya se estarían en trámites de adjudicación para sacar adelante su construcción.

El concello aprobó hace unos días la parcelación del polígono y Teresa Casal urgió ayer a Domínguez la entrega al concello de los terrenos de cesión municipal, con el fin de poder aportar a su vez a la Xunta el suelo de equipamiento donde se pretende ejecutar un centro educativo. Por su parte, el gerente de Xestur Pontevedra solicitó del gobierno local la exención o compensación de las tasas de licencia, según explicó la edil de Urbanismo.

Las obras de urbanización se han centrado hasta ahora en la explanación y apertura del vial principal (y casi único) del complejo, alrededor del cual se articularán las parcelas edificables y los terrenos para equipamientos. Las obras se adjudicaron en su día a la empresa Acciona por algo más de 4,5 millones de euros, pero se presentó después un proyecto reformado de 1,3 millones más, un aumento económico que Domínguez se comprometió a asumir pese al grave desfase financiero que presentaba Xestur con una deuda, según el PP, de más de 80 millones de euros.