Pedro Álvarez de Soutomaior es una de las figuras legendarias del medievo gallego; se desconoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que fue en Pontevedra mientras que su muerte en extrañas circunstancias se fecha en 1486 en Alba de Tormes. Hasta ahí, la historia oficial de este personaje al que otros investigadores añaden nueva vida: según esas teorías, el conde de Caminha no habría caído víctima de una enfermedad o de una emboscada sino que desapareció adoptando una nueva identidad, nada menos que la de Cristóbal Colón.

Las bases de esta teoría las sentó Celso de la Riega en el siglo XIX. El historiador defendió el origen gallego del navegante, una suposición que década a década ha ganado defensores y argumentos: aluden especialmente a "sus escritos plagados de giros en gallego", su exhaustivo conocimiento de la ría de Pontevedra o al hecho de que el que fue primer obispo de Santo Domingo y amigo personal de Colón lo situase en Galicia antes del primer viaje.

¿Y la vinculación con Pedro Madruga? Investigadores como Rodrigo Cota (autor de la obra "Colón, Pontevedra, Caminha") han añadido en los últimos años esta nueva posibilidad basándose en no menos sospechosas coincidencias: ambos personajes llaman igual a sus hijos, el cardenal Mendoza, protector de Pedro Madruga, lo fue también de Colón y el cronista Francesillo de Zúñiga menciona ya en el siglo XVI a Diego de Soutomaior (hijo de Pedro Madruga), como hijo de Colón.

Otro de los firmes defensores de esta teoría es Alfonso Philippot, que ayer presentó en las X Xornadas de Xenealoxía, Heráldica e Nobiliaria la ponencia "Cristóbal Colón y Pedro Madruga".

Pero si algún argumento sorprendió ayer fueron los presentados por la perito calígrafo y grafopsicológico Teresa Torres Legarreta.

Su investigación debe mucho a la casualidad. Carlos Acuña, presidente de la Asociación de Xenealoxía de Galicia, explica que "Teresa Torres era conocedora de la teoría y encontró 25 documentos muy especiales en el Archivo Nacional: son manuscritos de Pedro Madruga, un personaje del que apenas teníamos registros escritos con su letra, que sirvieron de base para el posterior estudio comparativo".

Durante su intervención en las Xornadas de Xenealoxía la perito calígrafo mostró con gráficos y superposiciones de escrituras como las formas de las letras son muy similares en ambos personajes, tantas coincidencias que para muchos son una prueba más de que se trata de la misma persona, muy a pesar de las reservas con las que otros estudiosos observan el tema.

"Es una teoría tan controvertida que a los mismos ponentes les resulta difícil explicarse lo que van encontrando, máxime cuando como en este caso se trata de algo no buscado intencionadamente sino una comprobación, por curiosidad, de lo que sólo se consideraba una suposición", indican los organizadores de las jornadas en las que se presentó el estudio.

Carlos Acuña subraya que las investigaciones de la perito "fueron comunicadas a la Universidad de Barcelona y otros expertos calígrafos coinciden en que aparecen todas esas similitudes entre las letras y sus formas".