Tras protagonizar la galardonada "Pradolongo" (Ignacio Vilar, 2008), premiada entre otros certámenes por el Festival de Cine de San Sebastián, Roberto Porto (O Barco, 1989) continúa su formación académica en Pontevedra, al mismo tiempo que espera confirmar nuevos proyectos cinematográficos. El joven actor ourensano se declara "fascinado" por la capital del Lérez. "Cuando llegué aquí pensé: es como Santiago pero más tranquila, o sea, que aún mejor; es una ciudad muy social".

–Un año después de "Pradolongo", ¿cómo valora aquella experiencia?.

– La verdad es que cuanto más tiempo pasa más lo valoro. Y cada vez que recuerdo los momentos que vivimos, no sólo durante el rodaje, sino también durante la promoción, me entran más ganas de volver al cine. Fuimos a muchos centros culturales e institutos a presentar la película, y la experiencia de hablar con tanda gente y ver que lo que les contábamos les llegaba y les interesaba, fue muy gratificante, fue casi lo mejor de todo el proceso.

– Fue su primer trabajo en un largometraje, ¿será el inicio de una carrera o una experiencia sin más pretensiones?

– Ahora estoy estudiando porque creo que debo continuar haciéndolo, por ahora no puedo pretender pensar en vivir de esto, pero desde luego volveré a actuar siempre que pueda, es más, creo que no lo dejaré nunca. Interpretar es algo que me apasiona. Cuando llevo un tiempo sin hacer nada me doy cuenta de que necesito seguir interpretando. Desde "Pradolongo" he hecho algún trabajo, más pequeño, y ahora estoy a la espera de confirmar un papel en la próxima película de Ignacio Vilar.

– ¿De qué se trata?

– Por ahora, como en todos los proyectos, no se puede decir mucho. Es algo pronto para contar algo porque aún se está consiguiendo la financiación, pero el guión está hecho y todo apunta a que saldrá adelante.

– ¿Es fácil trabajar como actor en Galicia?

–No, es muy difícil. Hay muchos actores y pocos trabajos. Tiene que aparecer un papel adecuado para ti, que des el perfil, que le gustes al director... depende de muchas cosas. Al acabar un trabajo nunca puedes pensar en tener otro inmediatamente. Para algunos actores parece que sí, porque están en todo lo que se hace, en cine, en televisión, en teatro; pero para el resto es complicado. En esta profesión tienes que ser fuerte psicológicamente, precisamente por esto.

– ¿Se produce todo el cine gallego que se podría?

– En Galicia se hace poco cine, pero cada vez más. De hecho el próximo año se rodarán unas diez u once películas, que cuentan ya con financiación, mientras que en 2007, cuando rodábamos Pradolongo, se hacían cinco o seis, y en años anteriores una o dos... Es decir, que la cosa está difícil, pero ya lo estuvo más.

– "Pradolongo" plantea el conflicto social y ecológico derivado de la explotación de la pizarra en los montes de Valdeorras. ¿Cuál es su opinión personal al respecto?

– Personalmente creo que ambas partes, ecologistas e industriales, tienen sus razones. Es cierto que las canteras suponen un impacto muy grande para el medio ambiente y que los vertederos de pizarra son un grave problema de contaminación. Pero por otra parte, hay que admitir que esta industria es la que está manteniendo la comarca desde hace muchos años, es de lo que vive la mayoría de la gente. Es una lucha natural, digamos, y la solución no es sencilla, aunque últimamente se están dando subvenciones de la Unión Europea para tapar esas escombreras y minimizar el impacto visual.

– Como vecino de Valdeorras ¿vive ese conflicto?

– Si, claro, todos los de esa zona directa o indirectamente vivimos de eso. Y con la crisis que hay ahora, si cierran las canteras pues no se qué va a hacer la gente. De la pizarra es de donde sale el dinero allí, no hay más.