El borrador de Presupuestos Generales del Estado para 2010 ha generado más decepción que optimismo en la ciudad. Aunque este documento incluye la inmensa mayoría de los proyectos negociados en su día por el municipio con el Gobierno central, las partidas económicas asignadas a cada uno hacen difícil que puedan concretarse a lo largo del próximo año. El alcalde, Miguel Fernández Lores, fue ayer rotundo a la hora de analizar las cuentas estatales para 2010: "Es cierto que hay muchos planes y proyectos del Estado en marcha, pero no tiene el ritmo necesario para cumplir nuestras demandas, para superar el apagón inversor que sufrió la ciudad durante años".

Y es que las actuaciones "estrella" como la circunvalación, el abastecimiento de agua a toda la ría o la reforma del nudo de O Pino, figuran en los Presupuestos con una inversión para el próximo año de 4,8 millones de euros, cuando se calcula que no bajarán de los 170 millones. Esos 165 millones restantes se dejan para el trienio 2011-2013, sin garantías de que finalmente se consignen.

"Siempre denunciamos que Pontevedra sufrió un apagón inversor de las administraciones desde la década de los años 90 hasta hace un par de ejercicios, a pesar de que había, y hay muchas demandas justas. Ahora, con gran parte de esas peticiones en marcha, nos encontramos con que no se mueven con la intensidad necesaria". Apenas 411.000 euros para la circunvalación (que supera en conjunto los 98 millones), 1,6 para la red de agua (sobre un presupuesto global de 60) y 2,8 millones más para una reforma del nudo de O Pino que ronda los 11 millones, Fernández Lores, advirtió ayer de la necesidad de que "se incrementen estas partidas" y confía en que el inminente debate parlamentario, con sus enmiendas y negociaciones entre grupos, permita trocar la decepción actual por algo más optimista.

Recorte inversor

Aún así la crisis económica, la escasez de recursos y el recorte inversor no aventuran un panorama muy halagüeño, por lo que Lores centró ayer sus reivindicaciones, de momento, en un proyecto concreto: la A-57, la autovía prevista desde O Confurco hasta Pontevedra y prolongándose hasta Barro y que serviría como circunvalación de la ciudad. A juicio del alcalde, con los proyectos constructivos ya adjudicados, que estarían disponibles a principios de 2010, "ya se podrían tener contratadas las obras el próximo año", pero las previsiones económicas no parecen respaldar esa posibilidad. "Ahí es donde veo más retraso", insiste el alcalde.

En todo caso, el documento presupuestario incluye dos novedades importantes con respecto a anteriores propuestas. Se trata de la denominada A-59, el ramal de la A-57 que conectaría Pontevedra con Vigo. El Estado mantiene el trazado original, ya aprobado pero cuestionado por concellos, vecinos y, ahora, también por la Xunta, y que discurre desde Vilaboa hasta Peinador. Eso sí, sus previsiones económicas son escasas, apenas 300.000 euros para estudios.

La segunda gran innovación es la prolongación de la propia A-57 desde Xeve hasta Curro, en Barro. Tampoco cuenta con respaldo económico suficiente (100.000 euros) pero sí es un síntoma de que el Ministerio de Fomento pretende crear este eje longitudinal por la provincia, hasta el futuro "macronudo" de Curro.

En concreto, la circunvalación de Pontevedra recibirá el próximo año 411.990 euros para sus dos tramos (Vilaboa-A Ermida y A Ermida-Pilarteiros). En el caso del resto de la autovía A-57, desde O Confurco hasta Vilaboa, se prevé una inversión global de 3.975.000 euros, en su mayor parte (2,3 millones) para el tramo Soutomaior-Vilaboa. Todos estos tramos se encuentran ya en fase de redacción de sus proyectos constructivos desde marzo pasado, por lo que resultado llamativo en el seno del gobierno local que apenas se presupuesten cantidades para su ejecución el próximo año.

Por otra parte, los 85.000 euros que el Ministerio de Cultura ha reservados para las "murallas de Pontevedra" se refieren al nuevo edificio del Museo, en la calle Sierra, donde se trabaja en la puesta en valor de los restos de la cerca medieval localizados en el subsuelo.