La orden religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que gestiona el Asilo Provincial, mantiene negociaciones con la empresa Pompas Fúnebres de Pontevedra S.L., para crear un tanatorio en la planta baja de esta residencia. El proyecto está "muy avanzado", según confirmó la Madre Superiora de la congregación, y dependen únicamente de los permisos administrativos que deben conceder la Xunta de Galicia, en cuanto a la autorización sanitaria, y el Concello, en lo que corresponde a licencias municipales de obra y actividad.

El primer paso para que el proyecto vaya adelante se ha dado en la Comisión Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente del pasado martes. El gobierno local otorgó licencia urbanística para la construcción de un "porche cubierto" en uno de los patios del asilo de la calle Loureiro Crespo. Esta obra, cuya licencia fue solicitada por la congregación religiosa, está directamente relacionada con el acondicionamiento del nuevo tanatorio, según confirmó ayer la Madre Superiora de la orden.

"Discreción"

El objetivo de dicho cobertizo –explicó la religiosa– es lograr cierta "discreción" en el establecimiento, ya que al habilitar un tanatorio en la planta baja del asilo se generará un tránsito de personas y vehículos superior al habitual en la zona.

"Queremos que sea muy discreto", apuntó la responsable del asilo, matizando que, en todo caso, las obras de acondicionamiento del tanatorio dependen de la empresa promotora. La institución religiosa se limita a ceder el local "con las mayores facilidades", para que el proyecto llegue a realizarse, según explicó la portavoz de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

La responsable religiosa explicó, por otra parte, que la orden no ha solicitado a la empresa promotora ningún tipo de precio o contraprestación económica por la cesión del local, ya que sería una mejora para la institución benéfica, que tiene necesidad de un servicio como el que Pompas Fúnebres de Pontevedra se ofrece a prestar. Pero ha sido la propia aseguradora –explica la Madre Superiora– la que ha propuesto el pago de un canon periódico por la explotación comercial de una parte del edificio para fines empresariales. Para ello se firmará un convenio de colaboración, en el que se establecerá el precio de arrendamiento del local que, sin estar cerrado, podría rondar los 6.000 euros.

La Madre Superiora explicó además que no está decidido aún si la cesión será temporal "o por unos años".