La amenaza de huelga de limpieza continúa planeando con fuerza sobre los pontevedreses. La plantilla de Cespa ratificó ayer la convocatoria de paro indefinido, desde las 6.00 horas del lunes, después de que los dos intentos de mediación en el conflicto, en el SMAC por la mañana y en la Axencia Galega de Arbitraxe por la tarde, finalizaran sin acuerdo. La situación, que el gobierno local reconoce como “cruda”, ha llevado ya al concello a lanzar consejos a la población para que reduzca en lo posible la generación de basuras.

La huelga se mantiene en iguales términos que en los últimos días, pese a las declaraciones de ambas partes de “abrirse al diálogo”. El despido de un trabajador, cuya readmisión exige la plantilla, se sitúa como el principal punto de conflicto. De hecho, durante la mañana de ayer se celebró un acto de conciliación al respecto en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de Pontevedra que finalizó igual que empezó. Según los portavoces del comité de empresa, los representantes de Cespa plantearon en esta reunión la oferta de indemnizar al despedido, pero descartando su readmisión, algo que la parte social rechaza, al tiempo que señala que “esta postura supone un reconocimiento de que se trata de un despido improcedente”. Ya por la tarde, con la mediación de la Axencia Galega de Arbitraxe, se llevó a cabo un nuevo encuentro, esta vez en Vigo, durante casi tres horas. Aunque la cita comenzó “con buenas formas e incluso llegamos a tener la percepción de que se podía llegar a un acuerdo, finalmente y de forma sorpresiva, se rompió el diálogo”, insisten los mismos portavoces. La razón volvió a ser la misma: “Nos decía el mediador que la empresa estaba dispuesta a ceder en el apartado del convenio colectivo y el descanso de algunos trabajadores, pero no en el caso del despedido”. Por su parte, fuentes próximas a la empresa apuntaban que la tabla reivindicativa de los trabajadores, que comenzó centrada en esa readmisión, se fue ampliando poco a poco, con un amplio número de demandas. Hace unos días, el delegado de Cespa para Galicia, Alfonso Clemente, dejaba claro que “el convenio se pactó y se publicó, por lo que no cabe la renegociación de sus cláusulas”, pese a que no llegó a firmarse.

A la vista de este distanciamiento, la plantilla celebró ayer una nueva asamblea, que ratificó la convocatoria del paro. No obstante, se declaran dispuestos a mantener abierto el diálogo, aunque a última hora de ayer no se contaba con ninguna convocatoria formal. Desde el concello aún se confía en resolver el conflicto entre hoy y mañana, pero Juan Carlos Corredoira, portavoz del comité, aventuraba que quizás hasta el mismo lunes no volvería a haber contactos.

El gobierno local lanzó ayer un nuevo llamamiento al entendimiento, además de reiterar su desacuerdo con esta convocatoria “ya que parece una medida exagerada cuando existen otras herramientas para resolver el despido de un trabajador sin llegar a una situación que perjudica a los ciudadanos”. Al respecto, la plantilla pidió disculpas por las molestias, pero solicita también que “se comprenda nuestra situación”.

Quince contenedores de obra recogerán desperdicios

El gobierno local hizo públicos ayer varios consejos para que los ciudadanos eviten depositar las basuras en los contenedores de la calle, pero, consciente de que esa medida no será cumplida a rajatabla, ha anunciado la instalación, a partir del lunes, de quince contenedores de obra en lugares estratégicos de la ciudad para depositar los desperdicios. Se ubicarán en la avenida de As Corbaceiras (en la zona de Monteleón), avenida del Uruguay (junto al Club Náutico), avenida de Buenos aires (en el Mercado y en la antigua sede de Magisterio), en la plaza de Concepción Arenal, plaza de Barcelos, calle alameda, Cruz Gallástegui, Joaquín Costa (detrás del Hospital), Loureiro Crespo (a la altura de José Malvar) avenida de Lugo (en el cruce con la calle San Mauro), plaza de Galicia, Rosalía de Castro (en el entronque con Palamios), en Fernández Ladreda y en las proximidades de la glorieta de Ponte Boleira.

Colaboración ante una “huelga injusta” para los ciudadanos

El gobierno local no dudó en calificar ayer como “injusta para el municipio” la huelga de limpieza, por lo que solicita la máxima colaboración vecinal para que sus efectos se mitiguen todo lo posible y se eviten problemas de salubridad pública. Así, se aconseja reducir al máximo la producción de desperdicios y se propone congelar en lo posible los residuos orgánicos. También se pide que el material inerte se almacene en el domicilio “ya que no produce olores ni molestias en el hogar”.

Además, de confirmarse el paro, quedará anulado el servicio de recogida puerta a puerta del cartón comercial, así como el de retirada de muebles y objetos voluminosos. Se insiste en evitar ensuciar las calles, en especial por parte de bares que disponen de terrazas.