La obesidad se ha convertido en uno de los grandes problemas de la sociedad occidental en el siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud ya lo ha elevado al grado de epidemia, pero el grado de concienciación en la población todavía no se corresponde con la magnitud de la cuestión. Para ponerlo de manifiesto en Pontevedra, el Hospital Provincial organizó ayer una mesa redonda liderada por el doctor Rafael Tojo Sierra, una eminencia en el estudio de este problema en la edad infantil. Junto a él estuvieron presentes el jefe de Pediatría del CHOP, Roberto Fernández-Da Ponte, y una de las principales colaboradoras de Tojo en la cátedra de la Universidad de Santiago, la profesora Rosaura Leis. Su objetivo, concienciar a la sociedad de la importancia del problema.

“Es una epidemia global que afecta a todas las edades y poblaciones, pero especialmente en los países occidentales como el nuestro”, explicó Leis.

En Pontevedra no existen estudios concretos, pero los doctores aseguran que los datos de la Unión Europea son perfectamente extrapolables a nuestra ciudad.

“Un 15 por ciento de los niños son obesos, y un 32 por ciento padece sobrepeso. Son datos alarmantes. Además, se aprecian escasas diferencias entre el rural y el urbano gallego y en Londres, por ejemplo. Un estudio reciente confirma que niños procedentes de lugares tan dispares definen igual diez productos alimenticios”, puntualiza.

La peatonalización ayuda

Los tres expertos coincidieron en que los malos hábitos en la alimentación se unen al aumento del sedentarismo como los principales causantes del problema.

“Un mínimo de 60 minutos al día de actividad física de una intensidad de moderada a intensa, es lo recomendable para los niños, mientras que los adultos necesitan entre 200 y 300 a la semana”, señaló Tojo Sierra.

En este sentido, valoraron positivamente las posibilidades que ofrece Pontevedra por su condición de ciudad peatonal, aunque inciden en que un paseo no es suficiente, se requiere algo más.

“Está bien que la ciudad sea peatonal, pero otra cosa es que se utilice lo suficiente”, explica Tojo. “Tal vez habría que estropear un jardín para que los niños puedan jugar con libertad”, ironizó, al tiempo que pidió “más lugares propicios para el ejercicio físico, próximos a la población”.

La doctora Leis incidió en que no hay un culpable para este gran problema.

“Es una epidemia motivada por los cambios sociales, no hay un culpable. El tipo de alimentación y el tipo de vida, ya desde el feto, son factores influyentes.

El papel de la lactancia materna es esencial como medida preventiva, así como la alimentación en el primer año de vida. Una ganancia de peso excesiva en los cuatro primeros meses de vida ya condiciona, y un exceso de peso en edad preescolar ya es preocupante”, advierte la profesora.

Más casos en Pontevedra

El jefe de la sección de Pediatría del CHOP, Roberto Fernández-Da Ponte, admitió que todos estos datos se ven corroborados punto por punto entre los usuarios de la sanidad pública en Pontevedra.

“En los últimos diez años se ha notado un gran incremento de la incidencia de la obesidad en la población infantil, y lo que es peor, una mayor precocidad en la presentación de la obesidad”, afirmó el doctor. Por último, incidió en que la única manera de atajar este problema es con la concienciación de todos.

“El primer foco obesogénico es la estructura familiar. La conducta de los padres será copiada por sus hijos. Después está la escuela, la comunidad en la que vive, el personal sanitario y las leyes.

La unión de todos los agentes sociales, su papel ejemplarizante y la promoción de conductas saludables en los medios de comunicación son las únicas soluciones”, concluyó Roberto Fernández.