Desde hace varios años, prácticamente en cada ejercicio la plantilla de limpieza y recogida de basuras lanza una amenaza de huelga. En esta ocasión se repite la convocatoria, prevista para el próximo lunes, un fenómeno que el gobierno local achaca a las deficientes relaciones laborales en el seno de Cespa, algo inusual en otras compañías. El concejal encargado de relaciones con las empresas concesionarias, Raimundo González Carballo, celebra hoy una reunión con responsables de la empresa para tratar de suavizar el conflicto, cita en la que podrá sobre la mesa las quejas expresadas ayer. Así, el concejal señaló que “las relaciones laborales entre esta empresa y sus trabajadores no están normalizadas, dejan mucho que desear”.

Las críticas se dirigen hacia ambas partes: “No se puede pasar de un simple comunicado de prensa a una huelga indefinida, y tampoco es normal que se pase de una sanción leve a un despido (el del trabajador cuya readmisión es una de las exigencias de la huelga). Hay pasos intermedios, pero en este caso no parecen que se den”.

No se habla de sanciones

Pese a estas quejas contra una política laboral que repercute en un servicio público y afecta a los ciudadanos, el concello no quiso aclarar ayer si adoptará alguna sanción o postura de fuerza ante la empresa, ni tampoco concretó si estaba satisfecho con la labor de la empresa, aunque sí se deja entrever que podría mejorar la limpieza urbana.

González Carballo se reúne hoy con Gonzalo Sanjuán, director territorial de Cespa para la zona norte de España y por tanto, “con capacidad de decisión”. En esa cita, el gobierno local pretende conocer con detalle las razones por las que un convenio negociado y pactado entre ambas partes en agosto pasado continúe sin firmarse. “No me parece lógico que un convenio que se está aplicando en todos sus apartados, aún esté sin firmar”. En esencia, “se trata de solicitar que se normalizan las relaciones laborales de una vez por toda, en resumen, que se utilice el sentido común, porque los ciudadanos no tienen nada que ver con estos problemas entre la empresa y los trabajadores, pero al final lo pagan, porque una huelga de basuras afecta a todos, sin excepción”.

La cita de hoy también abordará el asunto del despido de un trabajador afiliado a UGT (aparentemente la primera razón de la huelga), un asunto que será objeto de debate mañana viernes en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de la Xunta. La autoridad laboral trata así de mediar entre los representantes de ambas partes para lograr una salida negociada al conflicto. En todo caso, las esperanzas no son muy elevadas en el seno del gobierno local, a día de hoy, que prepara ya el decreto de servicios mínimos para atender las emergencias durante la huelga que, si no hay cambios, comenzaría el próximo lunes. Ese decreto de servicios mínimos se enviará de inmediato al comité de empresa para que efectúe las alegaciones que considere oportunas.