La procesión del Cristo de la Resurrección puso ayer el punto final al programa de la Semana Santa en Pontevedra. Se trata del único desfile que discurre íntegramente fuera del centro histórico y en el mismo tuvieron especial protagonismo los cofrades de Nuestra Señora del Amor Hermoso.

Éstos fueron los encargados de flanquear la imagen desde su salida de la iglesia de San José, un recorrido para el que se habilitó un dispositivo de tráfico que supuso cortes puntuales en varias calles.

Al recogerse, el desfile también suponía el punto final de una edición en la que la Semana Santa pontevedresa ha conmemorado el 60 aniversario de su recuperación.

Durante la jornada de ayer otras parroquias celebraron actividades especiales. Es el caso de Santa María, que programó tres misas jubilares. Este templo, al igual que el del Buen Pastor, San Bartolomé, San José, Santiago Peregrino de o Burgo y Virgen del Camino también celebraron oficios bautismales.