Los hoteleros de la comarca de Pontevedra dicen adiós hoy a los turistas de la que se considera como la “peor Semana Santa de los últimos años”. Una campaña de resultados muy poco satisfactorios para los empresarios debido a la escasa ocupación registrada a pesar de la rebaja en los precios. La adversa meteorología, con lluvia y bajas temperaturas, contribuyó a empeorar una situación marcada por la crisis económica.

Precisamente el buen tiempo era la esperanza de los empresarios para mejorar su cantidad de reservas, confiando en la llegada de visitantes que no habían contratado previamente sus vacaciones. Sin embargo, ese factor, que suele mejorar los resultados habitualmente, no se produjo en esta Semana Santa, con lo que la ocupación finalmente se quedó en torno al estimado 65% en la capital. Un dato que supone una reducción de veinte puntos porcentuales con respecto al mismo período festivo del año anterior, cuando ya se advirtió un empeoramiento de la economía.

De la comarca es precisamente Pontevedra donde se advierte en mayor medida ese menor número de visitantes. En Sanxenxo, el principal foco vacacional de la zona, las expectativas, a la espera de obtener un balance de los últimos días, es algo mejor, sobre todo en los establecimientos con más estrellas. No obstante, es en este municipio donde aseguran que “esta Semana Santa es la peor de los últimos años”, apuntan desde el Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo. Se refieren, precisamente, al empeoramiento del panorama económico y el considerado como mal tiempo.

Esto derivó en una de las campañas con un menor número de habitaciones alquiladas. Todo incluso con unas tarifas ofrecidas no se correspondían con las de temporada alta. Por ello, desde la Asociación de Hoteles de Pontevedra indicaban hace unos días que “todo lo que no sea estar al completo en Semana Santa es un mal dato”, ya que es esta época una de las que tradicionalmente reporta mejores estadísticas para los negocios de la comarca.

Asimismo, esta escasa, en comparación con los años precedentes, afluencia de visitantes ha tenido otros efectos indirectos, más allá que en los ingresos de la patronal hotelera. Y es que desde esta parte se aseguró recientemente que se tendría que aplazar la contratación extra de trabajadores, algo que normalmente se realiza ya en Semana Santa y que después continúa durante los meses de verano.

De este modo, los empresarios dejaron de contratar, sólo en la ciudad del Lérez, a más de medio centenar de empleados. Una cantidad que hasta ahora siempre fue precisa para completar el trabajo de los 300 asalariados fijos con los que cuenta el negocio hotelero pontevedrés.