Encabezará la candidatura de Alternativa pola Unidade para asumir el cargo de portavoz nacional del BNG. Su figura cuenta con el apoyo de la UPG, a la que yo no pertenezco”, y deja claro que la formación “perdió cierta nitidez en sus propuestas” que es necesario reconducir. Guillerme Vázquez, actual concejal de Seguridad en Pontevedra, se enfrenta a dos posibles aspirantes con los que se declara dispuesto a negociar “siempre que estemos de acuerdo en que lo importante es el BNG, las ideas, no las personas”.

-De concejal a portavoz nacional del BNG parece un salto demasiado grande. ¿Se siente como un candidato inesperado?

-No se puede plantear esto según el cargo que ostente cada uno. Yo soy un militante del BNG y un grupo de gente bastante amplio y numeroso me solicitó que en este momento histórico del BNG encabezara una determinada opción.

-Alternativa pola Unidade pretende separar el cargo de portavoz nacional del portavoz en el parlamento. ¿No puede provocar bicefalia en la formación?

-Creo que no. La situación política cambio por varias cuestiones, no sólo por la salida del BNG del gobierno gallego, que me preocupa, pero me preocupa mucho más que sufrimos una nueva pérdida de apoyo social. Esta situación política tiene algunos rasgos que obligan al BNG a reconsiderar la estrategia política que siguió hasta el momento. Ese cambio pasa por dos cuestiones. En primer lugar resituar a la organización en su modelo y su forma de funcionar, y en segundo lugar, definir el espacio político al que el BNG preferentemente se quiere dirigir. En esas circunstancias, lo que hace falta es un portavoz nacional que se dedique básicamente a este tipo de tarea, conseguir un BNG con más calidad democrática, con menor hiperliderazgo, con más dirección colectiva, un BNG unido, en el que todas las ideas son legítimas y hay que discutir, pero tiene que llegar un momento de punto de encuentro y eso debe transformarse en actuación social. Creo que la sociedad espera de nosotros un BNG que actúe unido, no como una especie de banda dividida. Dedicarse a eso, y también a estar en contacto con la gente, a escuchar, patear el país, esa tarea en si misma es suficientemente importante, Los portavoces parlamentarios, en el esquema con el que manejo, van a tener un papel importantísimo que cumplir, pero lo decisivo es que se dediquen todos los esfuerzos a mejorar la organización y recuperar los apoyos que podamos.

-¿Qué giro pretende imprimir a la organización?

-Cada grupo político debe definir bien el espacio que quiere ocupar y el BNG tiene que dirigirse básicamente a asalariados, autónomos, pequeños y medianos empresarios, que conforman la mayoría social de este país. Debe estar atento a todas las corrientes de avance y transformadoras que se dan en la sociedad, responder a todos aquellos que cuestionan el modelo neoliberal o apuestan por un mundo más justo, y hay que definir ese perfil, y por resumirlo, debemos dejar claro que somos nacionalistas y de izquierdas.

-¿Hasta ahora, entonces, no funcionaba así?

-Yo no tengo nada contra nadie. A pesar de no estar en el Consello Nacional me hago corresponsable con lo hecho hasta ahora, estuviera o no de acuerdo con lo que se hizo. En los últimos tiempos sí hubo una cierta pérdida de perfil, de nitidez en las propuestas del BNG, pero sin más. Siempre es fruto de la colectividad y no pienso criticar a otras personas que son muy válidas, pero no podemos seguir con la misma política en un momento en el que la situación cambió desde todos los puntos de vista y el esfuerzo principal debe dirigirse a recuperar la confianza de la gente con propuestas claras, de perfil propio.

-Habla de unidad, pero se enfrentará el 10 de mayo con dos listas más, encabezadas por Carlos Aymerich y Xosé Manuel Beiras.

-La unidad no tiene que ver con el tema de las listas. Pasa en todos los grupos políticos. Hay tres listas porque hay tres formas de concebir cómo abordar las cuestiones organizativas y políticas y a mi eso me parece estupendo. Al revés, es un proceso que permitirá oxigenar al BNG y al final nos permitirá llegar a puntos en común porque el BNG es lo que nos debe unir. Lo único que echo de menos es que cada lista no se presente con un programa político definido y propio. Eso dificultará el debate de ideas, que no de personas, porque en esa batalla no entraré.

-¿Negociará con alguna de ellas?

-Estamos abiertos. Todas las personas que conforman el BNG son válidas y si nos une el espíritu de que lo importante es el BNG, se puede llegar a acuerdo. Yo no estoy en esto para que dentro del BNG haya un gobierno y una oposición. No se trata del control de la organización, sino de ideas.