La lluvia combinada con restos de aceite y otras manchas que dejaron algunos vehículos en la calzada convirtieron algunas carreteras de Pontevedra y su entorno en auténticas pistas de patinaje. De hecho, en el 112 registraron hasta cuatro peticiones de limpieza de los viales a consecuencia de manchas deslizantes en la calzada.

La primera procedía de Moraña, en donde efectivos de la Xunta se encargaron de limpiar la PO-226 a la altura del kilómetro 2,4 de los restos de dos accidentes y una sustancia resbaladiza en la carretera que supuestamente los había provocado.

Figueirido y O Campiño

Asimismo, a las 12,37 se recibió otro aviso que alertaba de varias manchas de aceite que complicaban la circulación a lo largo de la ya de por sí peligrosa carretera de subida a Figueirido.

A las 13,35 otro particular informó de una mancha de aceite que causaba complicaciones en la entrada al polígono de O Campiño en Pontevedra. En la PO-532 que conduce a Ponte Caldelas, pero en el lugar de A Barcia, Marcón, cerca de Montecelo, se registró un accidente que, al parecer, también estaba relacionado con el estado resbaladizo del vial. En el siniestro, que se produjo a las 13,18 horas, se vieron involucrados un coche y una furgoneta que colisionaron frontalmente, según informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. Resultaron heridas dos personas de carácter leve, un varón de 68 años, B. M. R., que sufrió un traumatismo en el pecho probablemente causado por el cinturón, y una mujer de 23, R. C. C., cuyas lesiones, en principio, tampoco revestían gravedad.