Los hoteles de Pontevedra atraviesan estos días por la Semana Santa más rácana de los últimos años. Las estimaciones que realiza la asociación que reúne a 13 establecimientos rebajan la ocupación de las habitaciones y también los ingresos por la reserva de cada una de ellas. Un panorama que obliga a los empresarios a prescindir del personal de refuerzo que habitualmente contratan ya en estas fechas de manera eventual y que después completa toda la campaña veraniega. Trabajadores que suelen suponer un crecimiento del 20% de un total de 300 empleados directos del sector en la ciudad.

El año pasado, cuando ya el número de visitantes se redujo con respecto al anterior, la Semana Santa supuso la realización de 50 contrataciones de asalariados temporales para satisfacer la demanda laboral existente durante ese período. Un espacio de tiempo que los responsables de este tipo de negocios consideran como indicadores de lo que ocurrirá durante el verano. Pues si hasta ahora durante estas primeras vacaciones se producía esa incremento de plantilla, que en algunos ejercicios superó el 25%, los hoteleros apenas han realizado este año algunas contratación a mayores de su empleados habituales.

“El volumen de clientes ha descendido tanto en cantidad como en número de noches y servicios complementarios de los que hace uso”, asegura el presidente de la Asociación de Hoteles de Pontevedra, Bernardo Quinteiro. Por ello, agrega que “la contratación de personal para la temporada alta se ha optado por retrasarla hasta que la ocupación registrada la haga necesaria”.

Por el momento, y a la espera de hacer un balance tras los días festivos y el fin de semana, Quinteiro recuerda que la tasa de reservas realizadas hasta el momento conduce a malos augurios, una ocupación inferior al 65%. Un dato “nada bueno”, admite. Pero es que la capital de la provincia no es ajena a lo que sucede también en otros puntos del Estado. “De forma generalizada las ocupaciones esperadas en diferentes zonas turísticas no son buena. El turista, ante la dificultad económica actual, busca fórmulas de muy bajo coste contra las que a los establecimientos hoteleros se nos hace muy difícil competir”, comenta.

Todo después de un arranque de año en el que se confirma la tendencia a la baja del turismo. El promedio de marzo se quedó en un 34%, casi seis puntos porcentuales menos que el mismo mes de 2008. “Los problemas a los que se enfrenta el sector en el actual marco económico no son distintos a los de otros sectores: existe una fuerte caída de la demanda tanto entre el cliente empresarial como en el vacacional, ante lo cual los precios se han ajustado a parámetros de años atrás y se ha reforzado el control de los costes”, detalla el dirigente del colectivo y responsable del Hotel Dabarca.

Además, la meteorología que se aguarda para los próximas jornadas no invita al optimismo entre los empresarios. Si en el pasado puente de San José las temperaturas primaverales y el sol fueron claves para mejorar unos también tímidos cálculos de ocupación, en Semana Santa no se cuenta con ese favorable factor.

“Hay muchos clientes que procedente de Portugal y que se animan a venir en el último momento si el tiempo acompaña. Vienen sin reservas de antemano y contratan en el momento, pero no parece que esta Semana Santa vaya a ser así”, apunta en relación a la presencia de unas condiciones ambientales poco propicias para el turismo. Es algo que también preocupa a los hoteles de Sanxenxo.

Los responsables de estos últimos negocios han sorteado mejor el panorama económico hasta el momento. Sobre todo aquellos con mayor número de estrellas, algunos de ellos colgado el cartel de completo, tanto en San José como ahora en Semana Santa. No obstante, durante los últimos días los empresarios del municipio han mostrado su temor a que una meteorología adversa, unida a la situación económica, tuviese como consecuencias una decepcionante campaña durante los festivos de la Pascua.

“En Semana Santa todo lo que no sea estar al completo no será un buen dato, porque es temporada alta y es en estas épocas cuando se tienen que dar resultados, porque el resto del año irá peor”, valoraba Quinteiro unos días antes de que se iniciase este paréntesis vacacional. De todos modos, en esas fechas del año pasado, cuando la situación económica era menos negativa que en la actualidad, la estadística se mantuvo en torno al 85%.

Para contrarrestar esa contracción de la demanda reitera el compromiso de los hoteleros pontevedreses para conseguir que el turista se decante por la ciudad del Lérez en vez de por otros destinos. “Durante todo este año se van a bajar los precios, tanto en las temporada baja, como en la media y en la alta”, sostiene.