C._García  Pontevedra

Semanas después de que la Consellería de Política Territorial presentase el proyecto definitivo de ampliación de la PO-531 entre Pontevedra y_Vilagarcía, los vecinos afectados siguen sin dar el visto bueno al documento -calificado de "definitivo" por la Xunta- y ya anuncian que desenterrarán "el hacha de guerra" para reclamar cambios en el trazado.

Después de que la Xunta modificase el proyecto para incluir en él las alegaciones vecinales, los cambios realizados parecen contentar a la mayoría de los afectados en los núcleos de A Devesa y Curro, sin embargo, quedan "flecos pendientes" en la obra al inicio de esta parroquia de Barro y, sobre todo, en Campañó. La Plataforma de afectados parece no estar dispuesta a pasar por alto estas reivindicaciones y su portavoz, Manuel Corredoira, da por hecho que a principios de año volverán a la calle para manifestarse.

Antes, esperan terminar su ronda de contactos con los partidos políticos para posteriormente celebrar una nueva asamblea y fijar con exactitud las fechas de las movilizaciones. Su objetivo es zanjar de una vez por todas el conflicto antes de que lleguen las elecciones autonómicas de marzo ya que temen que aquellos acuerdos alcanzados con el actual gobierno puedan quedarse en "papel mojado" si se produce un cambio de color en el ejecutivo.

Las reivindicaciones de los vecinos pasan por tres cuestiones fundamentales. La más importante se refiere a la parroquia de Campañó. Los afectados aseguran que no permitirán ningún tramo de cuatro carriles con perfil de autovía entre la rotonda que conecta con la vía de alta capacidad hacia Poio y el nudo de A Barca. El actual proyecto prevé para este tramo una vía de cuatro carriles en O Riveiro que los vecinos aseguran que aísla a este núcleo de población. En esta reivindicación cuentan, a priori, con el apoyo del Concello de Pontevedra -al menos del ala nacionalista- ya que el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, acaba de remitir una carta a la conselleira de Política Territorial reclamando que se convierta este tramo de vía en una travesía urbana y que posteriormente sea cedida al ayuntamiento, señalan los afectados.

El segundo punto de conflicto se produce en Sabarís._Insisten en que es necesario construir una rotonda en la zona que dé servicio a este núcleo de población._De lo contrario, consideran que un total de 260 viviendas se quedarían "sen acceso".

El último punto discordante con el proyecto se sitúa en el tramo inicial en_Curro y ya no sólo entra en juego el proyecto de ampliación de la PO-531 de la Xunta. Los vecinos se oponen a que esta localidad tenga que asumir el tráfico que genere el futuro polígono de Barro-Meis que impulsa la Diputación.

Nueva ronda de contactos con los partidos políticos

Aunque los afectados ya dan por hecho que habrá nuevas movilizaciones, están a la espera de completar una última ronda de contactos con los distintos partidos políticos para posteriormente fijar con exactitud las fechas de las protestas que llevarán a cabo. Los encuentros serán tanto con los grupos municipales de Pontevedra como con los de Barro, los dos municipios afectados por la obra.

Después de mantener una reunión con el alcalde de Pontevedra (BNG), esta previsto que hoy mismo mantengan un encuentro con los responsables del grupo municipal del PP en la capital._Esta misma semana también serán recibidos por los responsables del PSOE.

Viviendas derribadas

Los afectados también asumen que la necesaria ampliación de la carretera entre Vilagarcía y Pontevedra tendrá un coste en viviendas. Después de lograr que se rebajase el número de casas que caerán bajo la piqueta a un total de cuatro, lo que pretende ahora la Plataforma es lograr que los ayuntamientos faciliten la concesión de licencias para realizar nuevas construcciones que permitan realojar a estas familias en los mismos núcleos de población en los que residían anteriormente.