Más de un centenar de moteros se manifestaron ayer por las calles de Pontevedra para solicitar a las administraciones que adopten mayores medidas de seguridad vial para proteger a este tipo de usuarios en las carreteras. El "grito de guerra" en la concentración volvió a ser el de "no más vallas, no más trampas" para exigir la retirada de los temidos "guardarraíles asesinos" y su sustitución por otras biondas dotadas con sistemas de protección para los motoristas.

Los moteros partieron en sus vehículos desde el Pazo de Congresos de Pontevedra para terminar, después de un recorrido por el centro de la ciudad, haciendo rugir los motores de sus máquinas al llegar ante la sede de la Subdelegación del Gobierno.

Allí, Antonio Soto, redactor de Marca Motor, y Juan Riveiro, vicepresidente de la Plataforma Nacional de Seguridad Vial leyeron un comunicado en el que explicaron que el año pasado 800 motoristas perdieron la vida en el asfalto, de los cuales 120 lo hicieron a consecuencia de las heridas causadas por los afilados vértices de los guardarraíles. A este número hay que sumar los muchos que resultan heridos, "amputados y discapacitados" por sus cortantes elementos metálicos.

Antonio Soto añadió que el problema de las "vallas asesinas" no es exclusivo de los motoristas: "Hace unos días escuchábamos en la prensa que una mujer, una conductora, moría en su coche degollada por un guardarraíl", por eso ayer hicieron un llamamiento a los conductores de coche "para que se impliquen, porque también ellos están cayendo víctimas de los guardarraíles".

Durante el acto ante la Subdelegación se guardó un minuto de silencio por los motoristas fallecidos al colisionar contra estas vallas e hicieron un guiño a las administraciones, sobre todo a la Xunta y la Diputación, por las partidas presupuestarias destinadas a sustituir las biondas, mejorar la señalización e utilizar pinturas antideslizantes en los viales. "Son medidas que van en el buen camino", dijo Riveiro, pero "todavía son pasos cortos e insuficientes". El vicepresidente de la Plataforma explicó que un motorista se cayó en Catoira (en uno de los viales con vallas de protección instaladas por la Diputación) y sólo se rompió la clavícula al golpearse con la nueva bionda._Afirman que sólo esta vida salvada "ya amortiza" la inversión millonaria realizada para mejorar la seguridad en esta carretera.

Pontevedra, entre las provincias con mayor siniestralidad

A pesar de que existen más turismos en circulación que motocicletas y ciclomotores y que, por lo tanto, el número global de víctimas es también mayor, el impacto relativo es más del doble en las motocicletas que entre los coches. Asimismo, pese a que los objetivos de Tráfico se han ido cumpliendo con respecto a los vehículos de cuatro ruedas, la evolución en la siniestralidad no ha tenido un buen comportamiento en los últimos años en las motos, por lo que se ha hecho necesario la elaboración de un Plan Estratégico de Seguridad Vial para Motocicletas.

En este punto no sólo entra en juego la presencia de los "guardarraíles asesinos" en las carreteras, sino que también es necesario una mayor concienciación por parte de los usuarios de las calzadas para evitar los siniestros. Así, un informe que maneja la Plataforma_Motera para la Seguridad Vial establece que la velocidad inadecuada ha sido un factor presente en el 44% de los accidentes mortales de motoristas. En un 42% de los casos eran salidas de vía en los que los pilotos pudieron acabar impactando con las denostadas vallas. Sin embargo, también cabe destacar que las colisiones entre motocicletas y turismos han aumentado un 20% y que una de las causas más frecuente es el giro del coche colisionando con el vehículo de dos ruedas.

Se estima que en casi un tercio de los accidentes en los que están involucradas las motos y vehículos de cuatro ruedas, las primeras no son vistas por el otro conductor. Pontevedra está entre las trece provincias con mayor siniestralidad, que se corresponden sobre todo con Madrid y las zonas costeras.