Satisfechos por la capacidad de convocatoria demostrada ayer, los portavoces de la comisión de afectados por la Brilat anunciaron que en días sucesivos realizarán "rondas" de vigilancia por el perímetro del cuartel, para observar el cumplimiento del compromiso de los responsables de la base, en cuanto a detener las obras en los montes de Salcedo. "Esta loita non para aquí", afirmó el portavoz de los vecinos, Fernando Pintos, quién aventuró que "este conflicto ímolo gañar, ningún enfrentamento da historia o gañaron os poderes, senón a xente que defende os seus dereitos", afirmó Pintos.

Lo ocurrido ayer ante las puertas de la base General Morillo fue, para la comisión de afectados, "un atropello, unha falta de respecto á xente; nos provocan, veñen a crear tensión e aínda pegan á xente, isto é intolerable e non o vamos consentir", manifestó el portavoz.

La indignación de los vecinos se hacía evidente en la protesta. "Nos están arrebatando todo canto temos cando os deixamos estar aquí polas boas", gritó una mujer en el transcurso de la movilización.

El medio millar de manifestantes concentrado ante la base recuperó el grito de "Nunca máis!" con el que los gallegos iniciaron en 2002 un movimiento social que desembocaría en un cambio de gobierno dos años después. "Basta xa! Nunca máis!" fue una de las consignas más coreadas durante la manifestación ante la Brilat, en la que también se repitieron gritos que exigían la dimisión de la ministra de Defensa, Carme Chacón, o se reclamaba la "devolución" del monte a los vecinos. "¡Esto es la guerra, de nuestra monte fuera! fue otra rima ideada por los asistentes.

Los gritos se dirigían también a los invitados que llegaban al cuartel para celebrar el día de la patrona de la Infantería. "A comer á casa!" les reprochaban los concentrados. "Vindes a comer á nosa conta!", espetó una mujer a los ocupantes de un vehículo que entraba en la base.

Un portavoz de la asociación de vecinos de Postemirón denunció en su discurso las molestias que, al margen del nuevo perímetro de seguridad, vienen creando los militares con sus prácticas en los núcleos habitados de los alrededores de la base. "O_exército non pode invadir coas súas maniobras a nosa vida. As prácticas que as fagan dentro das reixas, non os queremos ver fora", declaró este portavoz. "E non permitiremos que entren nas nosas casas!", añadió una vecina.