A primera hora de la mañana de ayer, el responsable de Servicios de la base de la Brilat, coronel Fernández, comunicaba a los afectados por el perímetro de seguridad del cuartel y por las obras en el monte de Salcedo, que el inspector general del Ejército, teniente general Fernando Torres, se desplazaría la próxima semana hasta Pontevedra para negociar las cuestiones que en las últimas semanas han provocado un enfrentamiento entre los vecinos de la zona y los militares. Por la tarde, el mismo portavoz de la Brilat anunciaba a los afectados que el alto mando del Ejército estará hoy mismo en la ciudad para hablar con ellos.

El Ministerio de Defensa reacciona así a la movilización de un centenar de vecinos de Salcedo, que el pasado miércoles ocupaban los terrenos utilizados por la Brilat como campo de entrenamiento en los montes de A_Armada y se enfrentaban a los militares. El Ejército citaba ayer a los portavoces vecinales de Vilaboa, Figueirido, Postemirón y Salcedo, para dialogar sobre el conflicto. El responsable de la base les anunciaba la "inmediata paralización" de los trabajos que suscitaron el "levantamiento" vecinal y les anunciaba una negociación sobre la franja de seguridad, que corresponderá al inspector general del Ejército.

Franja "innegociable"

La postura defendida por los portavoces vecinales es clara: La afección a las propiedades particulares es "innegociable". No admiten ningún nuevo perjuicio por parte del Ejército a sus casas y fincas. En este punto los vecinos exigen la derogación del decreto que impone una franja de seguridad de 300 metros en torno al cuartel, en la que los civiles no podrían realizar ningún tipo de actividad sin autorización del cuartel.

En cuanto a las obras en los montes de A_Armada, los vecinos ya han conseguido una paralización cautelar de las mismas y no admitirán que continúen, al menos de la forma que se han venido haciendo hasta ahora, sin negociar con la comunidad de montes, propietaria de los terrenos.

El coronel Fernández, que ayer actuó como un interlocutor del cuartel para "tomar nota" de las reinvindicaciones vecinales, explicó a la comisión de afectados que la derogación del decreto pretendida por los vecinos es una competencia del Gobierno, que tendrán que tratar con el portavoz del ministerio con el que hoy se reunirán.

En cuanto a las obras, "eles mesmos empézanse a cuestionar o que están facendo despois de escoitarnos a nós", aseguró el portavoz de los afectados, Fernando Pintos.

Gracias a la reunión de los portavoces sociales de la zona con el responsable del cuartel, los mandos militares constataron el malestar que existe entre los residentes de las parroquias afectadas y que el pasado miércoles desembocó en un enfrentamiento directo con los militares.

Los vecinos reclamarán hoy al inspector general del Ejército, Fernando Torres, la derogación del decreto del perímetro y la reconducción de los trabajos que se realicen en el entorno de la base. "Se non os paran eles os vamos a parar nós; iso así non vai a continuar e nós estaremos pendentes", afirmó ayer Fernando Pintos.

Por su parte, el portavoz de los vecinos de Postemirón expuso al responsable de la base los problemas que están causando en este lugar de Vilaboa las maniobras de los militares, que también han generado enfrentamientos entre los soldados y los residentes. Los vecinos no quieren que los militares se acerquen a las casas en el desarrollo de sus prácticas. El coronel Fernández admitió las molestias que estos ejercicios pueden causar en las poblaciones vecinas y se comprometió a trasladar la queja de los portavoces vecinales a los responsables de la base.

Durante las últimas semanas los vecinos de Postemirón se quejaron de ciertos "abusos" por parte de las patrullas que realizan los ejercicios entre las viviendas, tanto de día como por la noche, en algunos casos cortando carreteras e impidiendo el tránsito normal de los vecinos.