Un joven palista del club Ría de Marín, Adrián Pazos Rodríguez, salvó ayer la vida a una joven de nacionalidad rumana que pretendía quitarse la vida en el Lérez.

Según relata el propio protagonista de los hechos, se encontraba realizando su entrenamiento habitual cuando vio que una mujer le hacía gestos desde la orilla, a la altura del puente de Los Tirantes, mientras otra bajaba por las piedras hacia el cauce del río. "Pensé que se les había caído algo por lo que me acerqué con la embarcación por si les podía ayudar". La sorpresa llegó cuando vio que una de las jóvenes se metía en el agua. "Me empezó a gritar: !déjame que me quiero ahogar¡ así que le intenté cortar el paso con el barco mientras ella seguía insistiendo en que la dejase y en que no sabía nadar".

Adrián Pazos explica que esta joven continuó caminando hasta que llegó un momento que no hacía pie. "Se metió debajo del agua y me asusté, la intenté subir para arriba y en ese momento me dijo: !cógeme, cógeme¡, casi me vuelca el barco". En ese momento, el joven palista tuvo que hacer de psicólogo: "Empecé a hablar con ella para tranquilizarla un poco, le pregunté por qué se quería ahogar y ella me dijo que porque la gente la llamaba borracha y drogadicta". Entonces este joven le preguntó si su hermana, quien le suplicaba que la salvara desde la orilla del Lérez, no la quería. La mujer le respondió que sí, "mi hermana y mi hija son las únicas que me quieren". Luego le dijo su nombre, que venía de Rumanía y que trabajaba de camarera en un club, estuvieron hablando y, de repente, insistió en su idea de ahogarse: "No te voy a soltar le dije, y ella me amenazó con partirme la cara si no lo hacía". "Aunque te rompa el brazo no te voy a soltar", fue la respuesta del joven deportista y, después de mucho insistir, la joven acabó por ceder: "vale, venga sálvame". Poco a poco la fue acercando con el barco hacia la orilla y una vez allí la recogieron su hermana y los bomberos que acababan de llegar al lugar alertados por el 112. También se personó en el lugar de los hechos una patrulla de la Policía Local y una ambulancia del 061 que prestó la primera asistencia a esta mujer después de internarse en la gélida agua del Lérez. Luego fue trasladada al Hospital Montecelo.

No es la primera vez que un palista rescata a una persona que se encuentra en dificultades en aguas del Lérez. Así, en 2004 uno de ellos salvó la vida a un octogenario y en 2006 fue otro deportista el que rescató con su canoa a un niño de siete años que se cayó al río.