Las facultades universitarias del campus pontevedrés han estado a punto de cerrar sus puertas, por la situación de insalubridad que empiezan a sufrir a consecuencia de la huelga que desde hace diez días mantiene el personal de limpieza. El cese de la actividad fue reconsiderado a última hora, gracias a que la Xunta de Galicia impuso ayer un decreto de servicios mínimos por el 50 por ciento de la prestación del servicio. Fuentes del Rectorado indicaron que la continuidad en la actividad docente depende ahora del cumplimiento de estos servicios mínimos. En caso de que no se mantengan, las clases podrían suspenderse porque la acumulación de basura empieza a dificultar el normal desarrollo de las actividades.

La Federación de Servizos de CIG recurrirá la orden, como ya lo hizo en el caso del Concello de Sanxenxo. El sindicato nacionalista logró que el juzgado de lo contencioso-administrativo suspendiese la resolución dictada por la alcaldesa de esta localidad, por la que se establecían los servicios mínimos en dicho ayuntamiento.

Por otra parte, el piquete de la huelga de la limpieza decidió encerrarse de forma indefinida en la sede de la delegación de la Xunta en la calle Benito Corbal de Pontevedra, en protesta por la "nula reacción" del gobierno autonómico ante las demandas del colectivo. Medio centenar de integrantes de este piquete permanecieron durante toda la jornada en el vestíbulo del edificio de la Xunta, custodiado por agentes de la Policía Autonómica, que procedió a su desalojo pacífico diez horas después.

Campus

Antes se desplazaron hasta el campus de A_Xunqueira para mantener las protestas en los edificios universitarios. Diana Rodríguez, de CIG, explicó que el responsable de la Facultad de Ciencias da Educación e do Deporte decidió cerrar las puertas del edificio al ver aproximarse al piquete informativo de los trabajadores en huelga, impidiendo de esta forma que nadie entrase ni saliese de la facultad. Finalmente, los trabajadores en huelga lograron acceder al inmueble por una puerta lateral, con lo que volvieron a tomar la facultad para continuar con la campaña de protestas.

Los edificios universitarios son posiblemente los que más están sufriendo los efectos de la huelga y son ya muchos los alumnos que desisten de ir a sus aseos y zonas comunes, por la cantidad de basura que acumulan. De hecho, fue la Universidad la primera institución en pedir medidas urgentes para paliar los efectos de la huelga. De ahí que la Xunta accediese ayer a la concesión de la solicitud de servicios mínimos en sus centros.

La autorización permite que se acometa el 50% de los servicios habituales. Tiene por objetivo "normalizar la situación en los centros y evitar el deterioro de las instalaciones". La orden se publica hoy en el DOG, para su inmediata entrada en vigor.

Los sindicatos ya anunciaron su intención de impugnar la orden. En concreto CIG consideró "ilegal" el decreto, basándose en que se han asignado los servicios mínimos durante el paro indefinido y no antes de la convocatoria. El sindicato nacionalista ya anunció que no cumplirá estos servicios mínimos.

Por otra parte, la Consellería de Traballo ha convocado una nueva reunión entre sindicatos (CIG, UGT y CC OO) y patronal, que se celebrará hoy en Santiago, a partir de las 11.00 horas.

La administración autonómica ha "garantizado" que acudirá a la cita las dos agrupaciones empresariales que intervienen en el conflicto.