Gonvarri y Trèves dan marcha atrás y retiran dos expedientes de regulación de empleo (ERE) que ya habían presentado ante Traballo. Ambas han optado por unirse al programa de formación aprobado por la Xunta y siguen así las propuestas de la plantilla, que advirtieron de la posibilidad de apuntarse a esta iniciativa que mantiene como requisito imprescindible la ausencia de ese tipo de procedimientos laborales. Con ello se suspenden los planes que afectaban a un máximo de 53 operarios durante 23 días hasta finales de 2009 en el caso de la factoría de Marín. Mientras, la multinacional gala sólo rectifica por el momento en el que concierne a O Campiño y para el mes de diciembre a 200 empleados.

La nueva fórmula para paliar el descenso de carga de trabajo motivado por la reducción del calendario de Citroën, su principal cliente, se adoptó ayer en una reunión entre sendos comités y dirigentes de las firmas. La idea es la de contrarrestar esos días de inactividad forzosa por jornadas de aprendizaje con cursos que subvencionaría el Gobierno autonómico tras el acuerdo alcanzado con patronal y sindicatos.

El Foro de la Automoción, en el que están incluidas las tres partes, fue el escenario en el que se fraguó la medida la semana pasada. Se trata de ayudas de las que se podrían beneficiar casi 120 empresas y 8.000 asalariados relacionados con el sector y para las que, junto a otras aún por determinar, se dedicarían cerca de 10 millones de euros. No obstante, entre las condiciones exigidas para beneficiarse de ellas, precisamente para evitarlas, figura la de que no podrá estar en marcha regulaciones de empleo, aunque sean de carácter temporal, como las que ya habían presentado Gonvarri y Trèves.

La primera de las compañías, cuya producción se basa principalmente en bobinas de acero, estaba a la espera de recibir luz verde para poner en marcha una reducción que enviaría al paro provisionalmente a un máximo de 53 empleados, como mucho 40 en cada una de las jornadas. Una solución que permanecería hasta el 31 de diciembre del próximo año. Con el compromiso adoptado ante los portavoces de la plantilla, la empresa garantiza la retirada del ERE ante las autoridades de la Consellería de Traballo, departamento encargado de analizar la viabilidad de este tipo de procedimientos.

Por su parte, para la planta del polígono pontevedrés únicamente se acuerda eliminar el documento referente a los días de diciembre. En ese mes se enviaría al paro temporalmente a 200 empleados unos diez días.