El uso del móvil al volante sigue siendo una asignatura pendiente en materia de seguridad vial para los conductores pontevedreses. Ésta es una de las conclusiones que se extrajeron en la última Junta Provincial de Seguridad que se celebró en la Subdelegación del Gobierno y en la que el propio Delfín Fernández Álvarez señaló que, frente al incremento que se está registrando en el uso de otros elementos de seguridad, como son el cinturón o el casco en las motocicletas, las sanciones por la utilización de los teléfonos portátiles crecieron durante la primera mitad del año en la provincia de Pontevedra.

El uso del móvil es el principal dato negativo acerca del comportamiento de los conductores pontevedreses. No obstante, también resta mucho trabajo por hacer en cuanto al número de alcoholemias. A pesar de que el porcentaje de positivos es reducido (el pasado mes de junio fue un 1,9% del total de conductores controlados), está resultando difícil bajar la cifra de personas ebrias que se ponen al volante por debajo de este umbral, que se mantiene constante durante los últimos meses.

Alcoholemias

Mejores resultados se obtienen en cuanto a las sanciones por exceso de velocidad ya que sufren una importante caída, según indicó el propio Delfín Fernández, hasta el punto de afirmar que la recaudación procedente de este tipo de sanciones ha descendido notablemente.

Esta tendencia también se detecta en aquellas infracciones que conllevan una responsabilidad penal: la conducción bajo los efectos del alcohol es la principal causa que lleva a los conductores pontevedreses ante el juez, ya de las 640 personas que cometieron un delito al volante durante el primer semestre del año, un total de 363 lo fueron por pilotar su coche con una tasa de alcohol superior a los 0,60 miligramos por litro de sangre expirado, mientras que tan sólo 4 se enfrentaron a penas de prisión por pisar el acelerador más de la cuenta. Siguen siendo muchos, un total de 273, las personas que cometen un delito al ponerse al volante de un vehículo sin tener el permiso de conducir, ya sea porque no lo ha obtenido nunca o porque le fue retirado por orden judicial o al perder todos sus puntos.

Casi 36.000 puntos retirados en dos años

Dos años después de la entrada en vigor del carné por puntos, los conductores se han ido dejando por las carreteras pontevedresas un total de 35.932 puntos, de los cuales, sólo 2.530 los retiraron las policías locales. No obstante, tras la junta provincial de seguridad celebrada a principios de mes, el subdelegado del Gobierno explicó que cada vez son más los concellos que se están sumando a la base de datos de Tráfico y están retirando puntos. Así, si en la segunda mitad de 2006, cuando entró en vigor la norma, los agentes municipales retiraron sólo 21 puntos, en 2007 ya sacaron un total de 664 y en lo que va de año la cifra de créditos perdida se sitúa en 1.845.

Desde el Gobierno destacan que la entrada en vigor del permiso de conducir por puntos supuso una reducción de un 33% en el número de víctimas mortales ya que en el primer semestre de 2006 el número de personas que dejaron la vida en el asfalto en la provincia de Pontevedra fue de 45, frente a los 30 de la primera mitad del presente año. Destacan que la evolución es todavía más positiva si se compara el número de fallecidos con los los 75 que se registraron en el año 1998.

Controles selectivos en las vías más peligrosas

El descenso en el número de multas por exceso de velocidad que se imponen en la provincia de Pontevedra también tiene mucho que ver con un nuevo guión de actuación por parte de la Guardia Civil de Tráfico. La vigilancia se mantiene en autopistas y viales de alta capacidad, pero la presión se concentra especialmente en aquellas vías con una mayor siniestralidad a consecuencia de las altas velocidades: las carreteras secundarias. Hay menos infracciones en términos globales pero se detectan son comportamientos mucho más peligrosos para el conjunto de los conductores por el tipo de vía en la que se producen.