Las carreteras PO-308, entre Pontevedra y Sanxenxo, y la PO-531, desde la capital a Vilagarcía, son los dos viales de titularidad autonómica que mayor intensidad de tráfico soportan de toda la provincia. Con una media diaria que ronda los 20.000 coches, no hay ninguna carretera de la Xunta en toda Pontevedra que alcance esas cifras. En la comarca capitalina, además, sólo dos viales estatales (el puente de la AP-9 y la N-550 hacia Vigo) presentan unas cifras superiores.

Así se desprende de las últimas mediciones de aforos hechas públicas por la Consellería de Política Territorial, que en la comarca pontevedresa dispone de 15 estaciones, que registran la circulación de una docena de carreteras. En concreto, la PO-308 a la altura de Poio encabeza este ranking, con 20.899 vehículos al día (el 3,6% de ellos pesados), pero con picos que llegan a rozar los 25.000 coches, especialmente en los meses de julio y agosto y los viernes de cada semana. Sin embargo, no se observa en los últimos años una evolución al alza en estas cifras. De hecho, en 2004 se contabilizaban más de 22.000 coches de media diaria, y desde hace tres años no se llega a los 21.000. Además, en otros tramos de esta misma carretera (Combarro, Sanxenxo y Portonovo), el nivel también desciende.

En el caso de la carretera de Vilagarcía, en el tramo desde la ciudad hasta el nudo de Curro (donde se accede a la vía de O Salnés), la intensidad media diaria es de 19.702 automóviles, pero en este caso la circulación de camiones es muy elevada, con más de 11% del total.

Estas cifras sitúan a ambos viales como los más utilizados, de la red autonómica, de la provincia. En tercer lugar, y a bastante distancia aparece el denominado "túnel Domaio" del corredor do Morrazo, con menos de 17.000 vehículos.

Se da la circunstancia de que estas dos carreteras, la PO-308 y la PO-531, forman parte de los planes de la Consellería de Política Territorial para mejorar su seguridad vial. En el primer caso, ya se ejecuta desde hace semanas un proyecto de creación de aceras y otras mejoras, una actuación no exenta de polémica. Del mismo moto, también se produjo un elevado clima de discrepancia en el entorno de la carretera de Vilagarcía, ante el proyecto de reforma original, que apostaba por ampliar a cuatro carriles donde fuera posible. La Xunta ha modificado el diseño, que, en principio, es del agrado de los vecinos, pero aún no se ha presentado oficialmente.

Otras carreteras

Otra carretera que también presenta un índice circulatorio notable es la PO-551, entre Marín y Bueu, que a su paso por Seixo alcanza los 12.888 coches, que en agosto alcanza los 14.300.

Mientras estos viales, que en buena parte discurren por ambas márgenes de la ría de Pontevedra, son los más saturados de la provincia, en el lado contrario se sitúa la carretera PO-223, entre Pontevedra y Campo Lameiro. Es el vial autonómico con menor intensidad de toda la comarca, con 1.658 coches al día, un 6,4% de ellos, pesados. Por encima de esas cifras se encuentran, por ejemplo, carreteras del interior como la PO-255 en Caritel (Ponte Caldelas), con casi 3.200 coches.

Otra carretera con notable circulación es la PO-542, entre el nudo de O Pino y Ponte Bora. Pero en este caso se observa que el tramo más próximo a Bora suma unos 5.400 automóviles diarios, en el sector más próximo a O Pino se duplica esa cifra y son frecuentes los atascos. En ese tramo se han barajado diversas soluciones para resolver las retenciones. Finalmente se optó por una glorieta en el cruce de O Marco. Esta rotonda ya se encuentra en servicio, aunque los trabajos todavía no han concluido.

La Consellería de Política Territorial inició en febrero pasado la ejecución de esta rotonda, cuyo proyecto procede del año 2001, que fue adjudicada por 413.000 euros. La glorieta central ya está realizada y ya se eliminaron los semáforos de un cruce por el que se han llegado a contabilizar 16.000 vehículos al día y que se convierte en uno de los principales puntos de entrada y salida de la ciudad desde el sur.