A finales de abril el pleno del concello de Poio debatía una moción sobre el realojo de las familias gitanas de O Vao. Decenas de vecinos de Monte Porreiro y Caritel se concentraron a las puertas de la Casa Consistorial y esperaron hasta medianoche la salida de los concejales para increpar al alcalde, que tuvo que ser custodiado hasta su casa por la Guardia Civil. El vehículo del regidor sufrió importantes destrozos y también el mobiliario urbano de Poio en una protesta en la que fue identificada Carmen Noceda Pintos, vecina de Monte Porreiro que ayer declaró ante la jueza por estos hechos.

Se le imputan delitos de amenazas y daños, destrozos que, según su abogado, Tino Fernández, no quedó demostrado que ella cometiese.

"Ella no es la autora, de hecho hay un informe policial que dice que no tienen identificada a la persona", indica el representante legal de Carmen Noceda.

Éste se mostró optimista - "moderadamente satisfecho", en sus palabras- por el resultado de la vista y su previsión es en septiembre se archive la causa por un delito de daños "y habrá que demostrar las amenazas, en principio lo que parece es que hay un error en la persona", añadió.

Varios vecinos de Monte Porreiro arroparon a la declarante a las puertas de los juzgados de A Parda. El presidente de la asociación de vecinos, Ángel Mario Lago, insistió en que "hemos aportado grabaciones de televisiones en las que se ve que nuestra vecina está dentro del pleno y también al salir, no pudo por tanto estar dañando el coche del alcalde o romper macetas, simplemente tuvo un enfrentamiento verbal con un concejal -que la amenazó con tirarla por las escaleras- y quiso denunciar los hechos ante la Guardia Civil, que en ese momento la identificó".

Se da la circunstancia de que la ahora imputada es hermana de otra vecina de Monte Porreiro, una de las cinco que declaró el pasado día 20 en los juzgados de A Parda por coacciones a las familias realojadas.