El presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN), Jorge Marquínez se reunió ayer con los alcaldes de los concellos de los márgenes de la Ría de Pontevedra para avanzar en el proyecto de mejora de la red de abastecimiento de agua de cara a satisfacer sus necesidades en un plazo de unos 15 años. Un proyecto que, según explicó ayer, precisará una inversión aproximada de unos 36 millones de euros. No obstante, esta cantidad es el "punto de partida" para ejecutar esta obra, aunque podría ser ampliada en función de la alternativa que sea elegida finalmente para resolver las necesidades de abastecimiento de cada uno de los municipios.

Según Marquínez, el próximo paso será la adjudicación del estudio informativo para elaborar las diferentes alternativas que se barajan para solucionar las deficiencias que presenta la red en los concellos afectados y satisfacer sus necesidades en el futuro teniendo en cuenta las previsiones de crecimiento de población, picos de consumo (el presidente de la CHN destacó que es una zona que incrementa de forma espectacular su número de habitantes en verano), o la futura creación de importantes áreas industriales en el entorno.

Los alcaldes de los concellos que entran dentro de este proyecto ya trasladaron a los responsables de la CHN y de la empresa de aguas Acuanorte sus cálculos sobre necesidades de abastecimiento.

La adjudicataria de este estudio tendrá un plazo de tres meses para diseñar las diferentes alternativas y en octubre volverán a reunirse la CHN y los concellos para elegir la mejor propuesta. Entre finales de este año y principios del que viene se podrá comenzar a diseñar el proyecto definitivo y el deseo que expresó el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, es que las obras incluso se pudieran iniciar en 2009.

Hoja de ruta

Después de trazar esta "hoja de ruta" para solventar las necesidades de abastecimiento, Marquínez explicó que estos 36 millones que se barajan como montante final del proyecto se podrían ampliar en función de la opción elegida. "Si vemos que la mejor alternativa tiene un coste de 40 millones igual la acometemos", dijo, aunque precisó que no entra en sus planes poner en marcha proyectos faraónicos cuya inversión se dispare. "Debemos ajustarnos a las previsiones económicas que tenemos, ir a ras de suelo", dijo.

Sobre la posibilidad de construir nuevas presas para garantizar el suministro, el presidente de la CHN no quiere dejar de lado ninguna opción pero que "descartaría grandes infraestructuras" que podrían ser poco asumibles "desde el punto de vista económico, medioambiental y social".

El proyecto deberá moverse en este parámetro económico de los 36 millones de euros, de los cuales, 18 proceden de una previsión de fondos europeos, 9 los aporta la empresa de aguas sin costes financieros y el resto, un mínimo de 11, deberá ser asumido por los concellos y usuarios. El estudio determinará cuál es la mejor fórmula para la recuperación de estos fondos en la tarifa del usuario. En todo caso, Marquínez señaló que la amortización de este proyecto sería a tan largo plazo que la repercusión en el consumidor podría ser mínima. Eso sí, recordó que cuanto mayor sea el coste de la obra, más tendrán que aportar los concellos.

Marquínez explicó que el proyecto incluye algunas necesidades de abastecimiento de municipios como Barro, Vilaboa o Ponte Caldelas, por si estos municipios se pudieran incorporar al proyecto, a pesar de que la Declaración de Interés General para el Estado que ampara este proyecto incluye únicamente a los ayuntamientos bañados por la ría.