El carnicero del supermercado Día de San Antoniño y un policía nacional que acaba de llegar a la ciudad y se encuentra en período de prácticas se convirtieron el miércoles en héroes inesperados al capturar al ladrón que momentos antes acababa de asaltar el citado establecimiento armado con una pistola que, finalmente, resultó ser simulada. El detenido, J.I.S.G., de 44 años y natural de Palencia, cuenta con antecedentes policiales, la mayoría por otros robos con fuerza.

Los hechos se produjeron sobre las 20,30 horas de ayer cuando el supuesto autor del robo entró en el supermercado ocultando la cara con un pasamontañas, la capucha de una sudadera que llevaba puesta y unas gafas de sol. El individuo empuñaba una pistola y se dirigió a una de las cajeras. Primero apuntó el arma hacia la cintura de la mujer pero después la encañonó en la cabeza al tiempo que la amenazaba para que le diese el dinero de la caja espetándole: "Si no la abres, disparo".

Iba a hacer la compra

La mujer accedió y en ese momento se apoderó de los billetes que había en su interior y salió corriendo del establecimiento. El azar quiso que en ese momento entrase en el supermercado un policía nacional en prácticas de que hacía tan sólo tres días que había llegado a la ciudad. La estampa que vio fue a un individuo con pasamontañas que abandonaba a la carrera el local con una pistola en una mano y un fajo de billetes en la otra, iniciando su huida hacia la calle José Millán, en donde escondió el arma en la cintura. Casi el mismo tiempo, el agente en prácticas observó como el carnicero del supermercado salía corriendo del interior del local detrás del ladrón y él decidió ponerse también en acción.

Persecución

Ambos iniciaron una persecución que terminó cuando dieron alcance al autor de los hechos en Benito Corbal, a la altura del Hospital Provincial. Fuentes de Comisaría explicaron que fue el carnicero del Día el que se abalanzó sobre J.I.S.G., cayendo los dos al suelo. Él y el policía en prácticas redujeron al individuo y el agente procedió, en primer lugar, a eliminar cualquier tipo de peligro y le sacó de la cintura la pistola, que resultó ser de mentira, y un cuchillo que el detenido llevaba escondido en la espalda.

El agente se puso en contacto con la sala de operaciones de Comisaría que enseguida envió a una patrulla a quien entregó al detenido que lo condujeron a dependencias policiales. También se contó con la colaboración de una patrulla de la Policía Local que pasaba por el lugar y que fue requerida por el agente en prácticas.

Estaba previsto que el detenido fuera puesto a disposición judicial a lo largo de la jornada de ayer.