La solicitud de regulación de empleo que ha planteado la empresa Treves, una de las más importantes de Pontevedra y auxiliar de la industria de la automoción, ha echo saltar todas las alarmas en el comité de empresa de la firma y en el sindicato CIG.

La solicitud de regulación de empleo es temporal, con una duración de cinco días entre el 23 y el 27 de junio, y por el momento la administración no ha resuelto la petición de Treves. Según la CIG, la empresa sustenta esta solicitud en que se acumula un stock de material para diez días y en que la factoría de Citroën tenía previsto parar su actividad estos días.

No obstante, según la CIG, ambos argumentos son falsos. Rafael Iglesias, responsable comarcal del sindicato nacionalista, aseguró que, si bien es cierto que existe un stock en planta, "o 60% non procede dos centros de producción de Pontevedra" (ubicados en O Campiño y en la Avenida de Vigo) sino de los que la multinacional tiene en Valladolid, Portugal o Marruecos. En cuanto al paro de Citroën, Iglesias apunta que éste no se va a producir después que la factoría de Balaídos estuviera paralizada a causa de la huelga del transporte.

Por tanto, dicen "non comprender a actitude da empresa" y se que temen que sea el "inicio da deslocalización" de la producción de la Avenida de Vigo hacia otros centros en el extranjero y de una "reducción de plantilla" en el centro de Campiño. Desde el sindicato explican que, aunque sí bajó la venta de coches en el sector de la automoción, los centros de la provincia no redujeron producción, por lo que tachan la medida de regulación de empleo de Treves de "prematura" y, en cualquier caso, destacaron que "non vamos permitir que as consecuencias da crise económica se poñan ás espaldas dos traballadores".