La inmobiliaria Lar, que en noviembre pasado se convirtió en propietaria definitiva de los terrenos de Tafisa, ha comenzado ya los trabajos de demolición de las viejas naves, construidas a orillas del río Lérez hace más de medio siglo. En esos cien mil metros cuadrados está previsto, como mínimo, levantar, 691 viviendas, pero su promotora, que presentó las licencias hace dos meses, todavía carece de garantías de que el concello vaya a otorgar esas autorizaciones, debido a diversos defectos administrativos en su tramitación por parte de la empresa .

El derribo de Tafisa fue autorizado por el concello hace un par de semanas y entre sus labores figura un plan de "descontaminación" del suelo, exigido por Medio Ambiente para todos los terrenos industriales. Esta demolición permitirá eliminar todas las edificaciones de la vieja fábrica, que presentaban un elevado grado de abandono y ruina, y que ya fueron objeto de algún incendio reciente.

La Concejalía de Urbanismo que dirige la socialista Teresa Casal pretende aclarar el futuro de las viviendas de Tafisa este mes. A día de hoy, la opinión generalizada es que no se podrán autorizar esas 700 viviendas porque no está aprobado el obligado proyecto previo de urbanización de los terrenos. Esta situación obligaría a Lar a pedir de nuevo las licencias, con el agravante de que tendrían que adaptarse a las nuevas normas del Hábitat de la Consellería de Vivenda, que no regían hace dos meses.

Dos inmobiliarias

Estas 791 viviendas son las que, hasta ahora, han presentado las inmobiliarias Lar y Costaverde para construir en ese solar. Sin embargo, no sólo chocan con la falta de proyecto de urbanización. El gobierno local no podrá autorizar ninguno de esos pisos hasta que la propiedad entregue de forma oficial al concello la mayor parte de los terrenos afectados, en torno a un 80% de todo el ámbito. Lar inició esos trámites, imprescindibles para obtener las oportunas licencias de construcción, después de solicitar las autorizaciones de obra, lo que podría invalidar el proceso.

La urbanización de Tafisa formó parte de la "avalancha"" que los promotores tramitaron a mediados de abril para evitar tener que ajustarse a las normas del Hábitat, más restrictivas. En apenas tres días, se registraron en el concello 1.600 peticiones de licencia.

Los 691 pisos que corresponden a los terrenos de Tafisa se reparten en seis edificios. Cuatro de ellos corresponden a Lar (de 307, 52, 52 y 66 viviendas, estas últimas de protección) y otro inmuebles es de Costaverde, del grupo Indeza (de 143 viviendas, diseñadas por César Portela). Hay otro edificio, de 71 pisos, del arquitecto Enrique Barreiro. Estos bloques se levantarán sobre una superficie máximo de unos 18.000 metros cuadrados.

El resto de los terrenos, hasta los 105.000 metros cuadrados, debe ser cedido al concello: 4.500 corresponden a un futuro hotel y otro edificio de viviendas protegidas; 20.000 se reservan para su entrega posterior a la Universidad de Vigo con el fin de ejecutar el Edificio das Artes; 13.000 se devolverán al dominio de Costas y unos 50.000 quedan para espacios libres, zonas verdes y otros usos. Mientras todo ese reparto no esté confirmado, no se podrán dar licencias y ese trámite se calcula que podría tardar aún varios meses, pese a que Lar anunciar para 2010 la entrega de los primeros pisos. Este mes la comisión de Urbanismo podría aclarar ese posible calendario.