Normalmente suelen ser algunos de los productos estrellas de la plaza de abastos en los puestos de pescado, pero ayer brillaban por su ausencia. Las sardinas, jureles o la bacaladilla, ejemplares que suele capturar la flota de bajura, estaban desaparecidas ayer de las bancadas de la plaza de Pontevedra debido al amarre decretado por las cofradías en protesta por el alza continuada de los precios del gasóleo.

A primera hora de la mañana de ayer, el único género que se podía encontrar en la plaza de abastos pontevedresa era pescado procedente del Gran Sol: merluzas, rapantes... Provienen de las cada vez más escasas descargas que están realizando los barcos de altura que poco a poco van arribando a puerto para sumarse la protesta. Una placera que suele acudir a la lonja a Vigo y a Vilaxoán explicaba que el pescado que ayer ponía a la venta procedía de un único barco que descargó en el Berbés tras arribar del Gran Sol. Una vez que los últimos buques lleguen a puerto temen que el desabastecimiento sea total. Para ayer estaba prevista la llegada de alguno más, por lo que tenían la esperanza de que hoy todavía pudiera haber pescado a la venta.

En la plaza del pescado el movimiento era mucho menor que otros martes. Esta misma placera aseguraba que había en torno a un 30% de los puestos que suelen funcionar normalmente y un 20% del género habitual. El paro de la bajura también provoca que escaseen los mariscos.

Todo lo contrario en los puestos de carnes, desde los que explicaban que el suministro está asegurado, así como en los de frutas y hortalizas. En éstos últimos explicaban que por el momento no tienen problemas de abastecimiento, aunque anuncian que si la situación se prolonga más de la cuenta también se pueden ver afectados.