La firma adjudicataria de las obras del AVE a su paso por Vilaboa comenzará a revisar presumiblemente esta semana las viviendas que podrían verse afectadas por la construcción del túnel que el Ministerio de Fomento proyecta en Paredes. Así lo aseguró el alcalde de este ayuntamiento, José Luis Poceiro, en una asamblea vecinal celebrada el sábado a la que asistió alrededor de un centenar de damnificados.

Los vecinos temen que el calado de las obras, que prevén excavaciones de hasta 80 metros de profundidad, cause desperfectos en los inmuebles, de modo que pretenden levantar acta del estado actual de las edificaciones con el objetivo de presentar reclamaciones si se detectan daños en un futuro próximo.

En los próximos días, concluirá la inspección de los más de doscientos pozos de agua que también podrían sufrir las consecuencias de la intervención. Según el regidor municipal, hasta el momento se ha analizado el estado y el nivel de agua de un total de 215.

La directiva de la plataforma de afectados ha solicitado una reunión con el director de la obra, Pedro Murillo, para esclarecer algunos aspectos aún por ultimar, como los viales del término municipal que se usarán para acometer los trabajos. El encuentro todavía no tiene fecha.

El vicepresidente del colectivo, Ramón Cal, ha asegurado que los ciudadanos no están dispuestos a permitir que la maquinaria empiece a funcionar hasta que haya garantías de que el suministro de agua quedará indemne. En este sentido, amenaza con nuevas movilizaciones como las emprendidas el pasado día 2.