Compatibilizar el consumo de drogas con una cierta estructura de confianza familiar -toda la que la familia sea capaz de depositar en un adolescente- o percibir estos escarceos con sustancias como poco peligrosos son algunas de las características de los contactos de los menores con las drogas legales e ilegales. Durante el pasado curso varios concellos de la provincia, entre ellos Pontevedra, han realizado un estudio con más de 3.000 escolares de entre 13 y 18 años que añade nuevos datos, como que más de la mitad convive con fumadores y, de hecho, el 46% ya ha probado el tabaco.

En las unidades especializadas en atención a menores drogodependientes la presencia masculina es mayoritaria (en buena parte de los casos en una proporción de 7 a 3). Se trata de un perfil que, con matices, se reproduce desde los primeros contactos: en el caso de Pontevedra al salir de la adolescencia las prevalencias de consumo en todas las sustancias son mayores en los varones que en las chicas, salvo por lo que respecta a los tranquilizantes.

En el municipio capitalino los técnicos municipales de prevención de drogodependencias estudiaron los casos de 822 alumnos (matriculados en los institutos públicos Valle Inclán, Sánchez Cantón, Frei Martín Sarmiento, Torrente Ballester, A Xunqueira, Xunqueira I, Xunqueira II y Luis Seoane y en los concertados Sagrado Corazón y Sagrado Corazón de Placeres), el 65% de los cuales contaba el pasado curso con 15 o 16 años.

Por lo que respecta al tabaco, el 18% lo ha probado en el último mes, si bien sólo un 13% se considera fumador, y es que los especialistas recuerdan que "máis ou menos un tercio dos adolescentes que fuman con frecuenza non se consideran fumadores".

El 53% vive con fumadores, a mayor edad es más posible que enciendan un cigarrillo y la causa fundamental que aducen es que les relaja. Las mismas fuentes destacan que "hai diferencias significativas en función do consumo de tabaco no último mes en percepción negativa do consumo de tabaco e en competencia: os que fuman menos de 6 cigarrillos ao día teñen unha percepción menos negativa do tabaco e os que non fumaron no último mes teñen unha maior competencia na resolución de problemas".

Las prevalencias son muy superiores en el caso del alcohol: el 55% lo consumió en los últimos 30 días (frente al 18% citado del tabaco) y con un uso predominantemente social: bebe con amigos, fuera de casa y en espacios abiertos.

Son dos conclusiones (el consumo de alcohol es alto y se realiza básicamente en el botellón) que coinciden con los estudios de la Consellería de Sanidade.

Ésta recuerda que sólo el pasado año se produjeron 800 comas etílicos de adolescentes, 250 de los cuales tenían menos de 14 años cuando fueron ingresados, y estima que un 30% de todos los participantes en el botellón asocian el alcohol a otros consumos (básicamente cannabis y cocaína), si bien los estudios del Plan Nacional sobre Drogas elevan en tres puntos ese porcentaje.

Las estadísticas del 061, por su parte, constatan que en los últimos cinco años se han duplicado los comas etílicos de adolescentes.

Por lo que respecta al reparto por sexos y edades, del estudio se desprenden que un mayor porcentaje de mujeres ha bebido en el último mes, si bien los técnicos de prevención inciden en que "os homes que consumen o fan con maior frecuenza". Al igual que en caso del tabaco, a mayor edad es más probable que consuman y en este caso aducen como razón fundamental que "sabe bien".

También en este caso los técnicos de prevención comprobaron que los que no consumieron alcohol en el último mes tienen una actitud más negativa hacia este consumo y que los que menos beben tienen más competencias para resolver problemas.

A muy larga distancia pero a muy poca del tabaco, el cannabis es la tercera droga más consumida: un 15,57% de los adolescentes ha fumado porros en el último mes. Los especialistas destacan como "moi significativo" que casi tres de cada cien (en concreto, un 2,7%) fuma a diario.

Al igual que en el caso del alcohol, le dan al cannabis un uso social: fuman porros fuera de casa, con amigos y en espacios abiertos.

El estudio del Equipo de Prevención de Drogodependencias (una unidad que trabaja con cientos de estudiantes para inculcarles hábitos saludables) también se refiere a otros consumos: un 4% de los participantes ha probado la cocaína; un 3% experimentó los alucinógenos, el mismo porcentaje que los que han consumido anfetaminas y, finalmente, un 2% consumió éxtasis.