Riña tabernaria, la definieron los populares; auténtico espectáculo fue el término elegido por los socialistas; un bochorno, en palabras de los nacionalistas. Sin duda la bronca que enfrentó al portavoz del PSOE, Emilio González, con el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, marcó la sesión plenaria celebrada ayer en la institución provincial.

Habían transcurrido dos horas de tedioso debate en el que una propuesta de modificación de créditos y de creación de una comisión técnica para pactar con la Xunta las transferencias de las carreteras de la Diputación habían dado pábulo para un cruce de recurrentes reproches sobre las actuaciones de cada uno de los partidos en la Xunta y en los concellos en función de si gobiernan o están en la oposición, cuando el portavoz del grupo provincial del PSOE, Emilio González se encendió y recriminó al presidente Rafael Louzán que hiciese uso de la palabra.

"¿En calidad de qué habla?", le espetó González a Louzán, y a partir de ahí comenzó la bronca. "Soy el presidente y fui contemplativo con los turnos de palabra, no provoque", respondió Louzán."Lea el reglamento señor Louzán" le recomendó una y otra vez Emilio González.

"Usted provoca y después el señor Muradas pide respeto, pero de alguna manera soy el presidente y decido quien interviene y quien no. Usted rompe el consenso y si este es el diálogo que defiende se va a encontrar con la horma de su zapato" prosiguió Rafael Louzán, a lo que el portavoz socialista respondió: "No nos amenace, los tiempos del miedo se acabaron".

La bronca pareció calmarse, pero fue un espejismo pues al solicitar el PSOE al PP que retirase una moción entregada al inicio del pleno para que la Diputación plantee la derogación de las normas del hábitat y negarse los populares, la bronca se reanudó. Entonces intervino la diputada del BNG María Méndez para "rogar sensatez". "Estamos poniendo mucha testosterona, a ver si ponemos más estrógenos", señaló desde una "perspectiva de mujer".

De poco sirvió la petición. Al comenzar su intervención el popular Xosé Crespo, los diputados del PSOE se levantaron y abandonaron el pleno.