Las precipitaciones que ayer descargaron agua durante toda la jornada sobre la comarca provocaron diversos problemas de circulación en la red viaria pontevedresa.

Las principales dificultades se registraron por la tarde. Según explicaron desde el 112, una balsa de agua complicó la conducción a través de la PO-255 en Ponte Caldelas, a la altura de la parroquia de Caritel. Se precisó más de una hora de trabajo para retirar el agua acumulada en un carril del vial.

Estas mismas fuentes explicaron que las fuertes lluvias provocaron algunos desprendimientos de tierra en la PO-230 en Pontevedra, por lo que se dio aviso de la situación a Tráfico y a los servicios de limpieza y mantenimiento de carreteras de la Xunta.

El tráfico rodado también estuvo complicado a causa de diversos accidentes de tráfico. Uno de ellos se produjo sobre las 17,25 horas en la carretera que une las parroquias de Lérez y Xeve, en la capital. Desde el 112 explicaron que un turismo había colisionado contra una vivienda, aunque en el siniestro no se registraron heridos. El accidente tuvo lugar cerca del kilómetro 3,5 de este vial, a unos mil metros de la gasolinera de Lérez.

No obstante, el siniestro más grave se produjo poco antes de las 17,50 horas en Arcade, ya en el municipio de Soutomaior.

Los bomberos de Pontevedra explicaron que en el siniestro se vieron involucrados dos vehículos, un Seat Ibiza que viajaba en dirección a Vigo por la Nacional-540 y un Mercedes que circulaba hacia la capital. Los bomberos tuvieron que rescatar a tres personas que viajaban en el interior del Seat Ibiza, todas ellas mujeres. Dos de ellas pudieron ser retiradas del coche a través de la parte trasera. La tercera era la conductora, que estaba atrapada en el interior, por lo que fue necesario excarcelarla.

Miembros de los bomberos destacaron que entre las 17,50 horas que salieron y las 18,50 horas, que regresaron a la base, Pontevedra estuvo sin efectivos que pudieran realizar otro servicio.