La Consellería de Política Territorial deberá extremar las precauciones ambientales durante la ejecución del tramo pontevedrés de la variante de Marín, en Lourizán, debido, sobre todo, a la proximidad de este futuro vial a la ría de Pontevedra, declarada "zona sensible". Así lo establece el departamento de Medio Ambiente, que impone "medidas correctoras" en varios puntos del trazado y, especialmente en Mollabao, donde está previsto construir un gran nudo de conexión con la autovía de Marín, al borde del mar.

La declaración de impacto ambiental del proyecto, donde se establecen las condiciones de ejecución, señala expresamente que "dada la proximidad de la ría de Pontevedra a la zona de obras, se tomarán todas las medidas protectoras necesarias para impedir que llegue cualquier tipo de contaminante al medio marino". También se recomienda "la realización de un proyecto de restauración medioambiental del contorno del enlace y, especialmente, de los tramos de la autovía de Marín que quedarán fuera de servicio". Con la ejecución de ese nudo (presupuestado en 14 millones de euros), la citada autovía se desplazará unos metros tierra adentro y quedará libre de asfalto una franja de varios cientos de metros de longitud.

La variante de Marín, en su tramo pontevedrés, dará continuidad al sector ya ejecutado en el vecino municipio. Discurrirá desde la zona de O Regueiriño hasta Mollabao, al lado del complejo de Ence. Su ejecución se considera próxima, toda vez que las expropiaciones se inician dentro de una semana.

Demandas vecinales

Las condiciones de Medio Ambiente coinciden, en parte, con las exigencias de los vecinos afectados y del grupo municipal del PP que, además de reclamar el cambio de emplazamiento de un viaducto, hacen especial hincapié en el nudo de Mollabao, que pretende desplazar unos 500 metros hacia el interior para "no hipotecar la recuperación de la fachada marítima".

El informe de Medio Ambiente, pese a todo, considera "viable" el proyecto, "siempre que se cumplan las condiciones" impuestas. Además del apartado paisajístico y marítimo, la consellería que dirige Manuel Vázquez incide de forma especial en la necesidad de utilizar "pantallas acústicas artificiales absorbentes, de manera que el nivel de ruido medido en las viviendas más próximas a la traza no supere los umbrales establecidos por la legislación".

Asimismo, se reclaman "todas las medidas correctoras y protectoras que sean necesarias para evitar cualquier afección al perímetro de la finca de Lourizán", situada a escasos metros de la variante. Se insiste también en respetar los acuíferos y fuentes y las infraestructuras locales, así como en el apartado arqueológico.

Unas de las propuestas de la Consellería de Medio Ambiente hace referencia a uno de los rellenos previstos, de trescientos metros de largo y 33 metros de altura. Así, se apunta que "con el objeto de evitar el fuerte impacto paisajístico, territorial y sobre las viviendas más próximas, deberá modificarse mediante la implantación de un viaducto".

Comienza la expropiación de medio millar de fincas

La Xunta ha fijado para el próximo lunes, 28 de abril, el inicio del proceso de expropiación. Para ese día están citados los primeros propietarios. Se trata de 582 fincas, en su mayor parte particulares, que suman más de 23 hectáreas (en concreto 232.200 metros cuadrados).

Aunque la inmensa mayoría de los terrenos son privados, entre los afectados figuran Ence (a la que se le ocupan unos 7.000 metros cuadrados de un aparcamiento para ejecutar el futuro nudo de Mollabao), la Diputación (ya que se ocupan algo más de cien metros cuadrados de la finca de Montero Ríos), y el Arzobispado de Santiago. La división de la propiedad en la zona (como es habitual en toda Galicia) dispara la relación de afectados. De hecho, de las 582 fincas afectadas, sólo cuarenta superan los mil metros cuadrados y la media de superficie es de 400.

El tramo ya ejecutado de la variante de Marín, entre Lourizán y Seixo, entró en servicio hace más de un año pero sin esta necesaria prolongación por Pontevedra, su eficacia queda muy mermada.