L vecinos no van a consentir de ningún modo que se haga otro Vao, y tampoco Vicepresidencia, que dice que hay que buscar lugares alternativos y no sustituir una chabola por otra", manifestó la presidenta de la asociación de vecinos de O Vao, Carmen Esperón. La portavoz de los residentes asegura que sus convecinos están a día de hoy "tranquilos, a sabiendas de que esta es una lucha muy larga".

Carmen Esperón fue una de las asistentes a la reunión del pasado jueves en Vicepresidencia, sobre el futuro de los realojados. Un encuentro en el que también participaron representantes de la administración (Xunta y Subdelegación del Gobierno), del pueblo gitano y de los concellos de Poio, encabezado por el alcalde, Luciano Sobral, y Ponte Caldelas, con su regidor Perfecto Rodríguez, y portavoces vecinales de Caritel.

En esta cita "quedó muy claro nuestro posicionamiento: los gitanos están bien preparados para integrarse y es sencillamente absurdo realojarlos en O Vao, en primer lugar porque hay una calificación de terrenos que la misma administración ha hecho y no puede repetir otra irresponsabilidad como la que hizo al trasladarlos a Monte Porreiro".

Promesas electorales

Según los vecinos no gitanos de O Vao, en los últimos cinco años más de treinta familias salieron del poblado chabolista. "Lo que hicieron fue ir comprando en otros lados e irse, el problema surgió cuando intervino la Xunta y el Concello por promesas electorales que ahora los gitanos exigen que se cumplan, por eso el concello está por la labor de que se queden en O Vao".