El concejal de Ordenación do Territorio, César Mosquera, y la edil de Urbanismo, Teresa Casal, han dado nuevas muestras de la permanente tirantez de su relación personal. El destino del sótano municipal de A Parda, adquirido por el concello en 1999 y todavía sin uso, ha provocado un nuevo encontronazo dialéctico que parece agrandar la brecha entre ambos, pese a ser "socios" de gobierno.

Ese sótano, comprado por el PP por casi 700.000 euros, estaba destinado a su conversión en aparcamiento para la zona de A Parda, pero ninguna empresa consideró rentable esa actividad y desde entonces permanece vacío. Las recientes quejas de usuarios del juzgado por la falta de aparcamientos llevó el martes a Teresa Casal a culpar a Mosquera (que también asume las competencias de aparcamientos) de esa situación. El concejal nacionalista recibió con malestar estos reproches y ayer mismo se los devolvió al PSOE: "Estoy preocupado por la tendencia de Teresa Casal de contestar a todo sin informarse antes y de desviar todo hacia algún concejal del BNG, y en este caso tengo que recordar que ese sótano es un patrimonio municipal cuyo uso está sin decidir, y por lo tanto, su gestión corresponde a José Antonio García Lores", edil socialista responsable de Patrimonio.

"Es más -añadió Mosquera -este sótano forma parte de las negociaciones que el propio García Lores mantiene con la Xunta por el alquiler de la sede de Facenda, ya que se ofrece ese bajo como parte del pago". Se trata del edificio de Michelena que el concello pretende utilizar temporalmente para sus oficinas.