Veintiún meses de prisión y tres años de alejamiento de la víctima -a una distancia mínima de 300 metros- es la condena que la magistrada del Penal 1 de Ourense impone a un hombre que sometió a un maltrato psicológico continuo, con insultos, vejaciones y humillaciones a su expareja durante los trece años que duró la relación, hasta que la mujer le puso fin en enero de 2019. "Loca de mierda, vete al médico", "hazte una liposucción", "no sabes lo que dices", "no sirves para nada" o "te regalaron el carné" fueron algunas de las expresiones hirientes que sufrió la víctima, según recoge la sentencia, que no es firme y admite recurso de apelación a la Audiencia Provincial."Vigilancia y control continuo"

La violencia no fue solo verbal. El agresor machista también le infligió zarandeos, así como un puñetazo en el ojo y un fuerte empujón en presencia de su hijo en común, menor de edad. Cuando la víctima decidió romper la relación a principios de 2019, empezó a sufrir una situación de "vigilancia y control continuo" por parte del maltratador. Le enviaba mensajes de Whatsapp constantemente, interrogándola para saber dónde estaba, con quién anda e incluso para pedirle sexo.

Según la sentencia, el hombre también llegó a perseguirla por la calle, aparecía en su trabajo y, si no la encontraba, preguntaba a los compañeros a qué hora entraba. El agresor creó perfiles falsos en las redes sociales Facebook e Instagram para investigar las publicaciones de la mujer en esos canales. Esa conducta pasó factura a la víctima, que tuvo que ser atendida por problemas psicológicos. La situación de vigilancia y control continuo por parte del acusado se intensificó a principios de este mismo año, a raíz de que unos conocidos del hombre vieron a la mujer tomando algo con un amigo, creyendo el encausado que la víctima había iniciado una nueva relación. Debido a la "situación de angustia y miedo" que sintió la mujer, como recoge la sentencia, optó por presentar denuncia el pasado mes de julio.