Ourense está en sobre aviso. En "alto riesgo de transmisión descontrolada" (según el último informe elaborado por el Ministerio de Sanidad) que se establece en la detección de 250 casos por 100.000 habitantes. Ourense tiene una situación epidemiológica adversa y "gris", como la definía el gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco, ya que la capital contabiliza 291 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Los datos hacen intervenir al subcomité clínico de la Consellería de Sanidad por cuarta vez en el mes de septiembre endureciendo las medidas establecidas para la capital. El 2 de septiembre, se limitaban las reuniones y los aforos, el 18 de septiembre a tres calles de O Couto y cinco después a todo el barrio con reuniones menores de 6. Ahora, esas mismas medidas se amplían a toda la capital. En concreto, la sociedad ourensana no podrá reunirse con más de cinco personas tanto en eventos sociofamiliares como de carácter privado.

Fuentes sanitarias reiteran el mensaje de responsabilidad individual y colectiva ya que la principal causa de la situación epidemiológica son las reuniones familiares o sociofamiliares donde se detectan rebrotes de 5 o 6 personas de media. Ourense ya contabiliza más de 100 rebrotes y más del 40% en la ciudad que tiene más del 50% del total de los contagios activos de la provincia, que, según el último informe sanitario ascienden a 765.

La peor tasa de Galicia

Ourense contabiliza la mayor tasa de incidencia de las siete ciudades gallegas y Verín y O Barco superan a la capital. La villa verinense tiene 327,9 por cada 100.000, mientras que la villa barquense 321. Dos tasas en el mundo rural que triplican la media de la comunidad y que suponen una preocupación por la propagación del virus por el mundo rural donde se concentran la mayor parte de las personas vulnerables.

La Consellería de Sanidad endurece las medidas en la capital reduciendo el número de personas en las reuniones y que entraron en vigor hoy a las 00.00 tras su publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOGA) que, presumiblemente, informará de más medidas adoptadas.

Tanto en el Barco como en Verín se limita a un máximo de 10 personas las que se pueden reunir en espacios públicos y privados, se reduce el aforo al 50% en comercios, hostelería y restauración, así como en bibliotecas, academias, autoescuelas y centros privados de enseñanza no reglada. También se cerrará el acceso a las residencias, y se mantienen las la prohibición de servir en la barra de los bares y restaurantes, limitándose las mesas del interior y reduciéndose las terrazas al 75%.

Ayer se registraron seis nuevos brotes, cuatro de ellos en la capital, que contabilizan 32 casos positivos más, todos ellos por reuniones familiares o sociofamiliares. Los otros dos rebrotes se localizan en Ribadavia y en Baltar.

La segunda ola del virus afecta a Ourense de forma alertante y a tan solo un escalón de llegar a la alarma, ya que las restricciones suman un mes de vigencia y diez días con más dureza, sin que los contagios activos se reduzcan y la curva del virus evolucione de forma decreciente. Un crecimiento que preocupa a las autoridades sanitarias y a los poderes públicos. Ourense se quedó sin fiestas tradicionales por culpa del coronavirus y desde el área sanitaria provincial apelan a la responsabilidad individual "para protegerse uno mismo y protegerse al resto, incluido los familiares".

La pandemia se cobraba ayer la decimoquinta y la decimosexta víctima mortal en esta segunda ola desde que se decretó. Un hombre de 76 años, vecino de Oímbra, que estaba ingresado en el hospital ourensano y una mujer de 90 años, que estaba en el hospital de Verín.