Llegaron de la mano o abrazados y al irse incluso se besaron. Pero mientras duró el baile no se tocaron. Realizaron la coreografía completa respetando un muro invisible que situaba a uno en su volcán y a otro en el Polo, como cantaba la famosa canción de Sergio Dalma elegida para reivindicar el contacto en las academias de baile. Bailar de lejos no es bailar.

La reivindicación pide que las parejas convivientes puedan "bailar pegados" también en la academia. Algo que no está permitido en cumplimiento de los protocolos Covid y que tanto aficionados como directores de academia ven "incoherente".

Para escenificar este "absurdo", en una reivindicación simultánea en otros puntos de Galicia, las escuelas de baile, academias y centros deportivos en los que se practica esta actividad en toda la provincia, se reunieron frente a la Subdelegación del Gobierno a las 18.00 horas. Bailaron en una pista parcelada y sin tocarse la canción de Sergio Dalma: "Queremos poder bailar pegados", dijeron.

No les parece lógico que "convivientes puedan realizar multitud de actividades en contacto, pero dentro de las academias no puedan tocarse". Piden que se permita dar clase para parejas convivientes y parejas de convivencia social estable con todas las medidas de seguridad, con mascarilla, distancia y sin cambios de pareja durante toda la clase".