Poner en valor los terrenos rústicos, aumentar población y más entradas económicos, es una apuesta del Concello de A Veiga, y para ello apostó por la recuperación de la Faba Loba y por la apicultura. En ambos casos, el número de productores así como de kilos va en aumento.
El Concello puso en marcha en 2016 el programa Montañas de Trevinca para apicultores censados y con los apiarios y colmenas dentro de terrenos de este municipio.Cuenta con un Centro de Extracción de la Miel, con un total de 22 apicultores, y que deben estar dados de alta en la IXP de Galicia. El primer año la producción alcanzó los 500 kilos aproximadamente, en 2018 fueron 4.000, en 2019 unos 6.000, y este año se calcula que no se llegará a esta cifra a pesar de tener unas 300 colmenas a mayores, debido a las condiciones climatológicas. Y según Raquel Rodríguez, técnica de Desarrollo Rural, "no interesa tener mucha gente sino que la que está continúe, aumente el número de colmenas, y que tenga salida la miel".
Este producto se vende a tiendas pequeñas y en las propias explotaciones, y la intención es, si no surgen inconvenientes a causa del Covid, que se comercialice en cadenas de supermercados, y para ello "queremos homogeneizarla, y necesitábamos producción de miel y ahora la tenemos. Se vende en la comarca de Valdeorras, en Ourense, A Coruña, Madrid, ....". Destaca que hubo apicultores que empezaron con 20 colmenas y ahora tienen 120 y 200.
Este año a causa del Covid no se pudo ofrecer los cursos de formación en apicultura, y en Semana Santa hubo un "parón" en las ventas, ya que las tiendas cerraron por la pandemia cuando siempre para esta fecha y puentes festivos "sale mucha miel". También proyectan hacer una página web para la venta on-line.
En cuanto a la marca Faba Loba señala que es un producto cuyo programa se lanzó en 2019, también para aumentar población, entradas económicos y tener las fincas limpias. Surge con la haba local de A Veiga, que se plantó por unos 20 agricultores que tenían fincas con regadío, a los que se les dio la semilla, sacando una marca comercial. En el primer año se plantó una hectárea que produjo unos 1.000 kilos y "se vendieron muy bien, se agotaron desde junio". Se vendieron también en tiendas pequeñas y en la propia explotación. Este año se prevé obtener más kilos y se espera se consolide este proyecto para el cual A Veiga también cuenta con un Centro de la Faba Loba. Allí se lleva seca, se congela para desinfectarla, luego se envasa en dicho centro y al igual que la miel sale etiquetada. Ya suma 22 agricultores.
