La muerte de un hombre de 81 años que estaba ingresado en el CHUO eleva a 136 la cifra de víctimas mortales en Ourense por la pandemia de coronavirus. Se trata de un paciente que presentaba patologías previas y que no pudo superar la enfermedad. Es la cuarta muerte que se registra en la provincia desde el inicio de la segunda normalidad y se produjo en una jornada, ayer, en la que el coronavirus había dado un respiro a las estadísticas.

Por primera vez desde que comenzó el ascenso del número de contagios, el pasado 25 de julio, la curva de los casos activos ha bajado. Esto se debe a que en la última jornada se registraron más altas que nuevos positivos, lo que se traduce en un saldo negativo a la hora de contabilizar activos.

El total se sitúa en 462, tras darse por superada la enfermedad en 17 pacientes y sumarse 12 contagios. También se han producido cuatro altas hospitalarias, por lo que la cifra de ingresos baja de 36 a 32, aunque se mantiene en 5 el número de pacientes en la UCI.

Esto no influye en las restricciones impuestas hace una semana en el concello de Ourense, donde se concentran la mitad de los casos de Covid-19 de la provincia y con una incidencia "preocupante" en personas mayores. De hecho, tras reunirse el comité clínico de expertos sanitarios que asesora a la Xunta, la Consellería de Sanidade optó por mantener las medidas impuestas hace una semana para intentar frenar la transmisión del virus en la ciudad.

La mascarilla de uso obligatorio en los gimnasios se extiende a todo el territorio gallego y el aforo en las terrazas pasa del 50% al 75%, pero se mantiene a la mitad en el resto de actividades de hostelería (incluyendo la prohibición de servir en barra), comercio, academias, bibliotecas y autoescuelas. Siguen suspendidas las visitas a centros sociosanitarios y el límite de 10 personas en las reuniones.

La incidencia del coronavirus ha provocado el cierre de varios bares en el centro urbano, en los que se explica a los clientes a través de carteles en la verja la vinculación con positivos de Covid-19. Es la situación de dos cafeterías de la calle Bedoya, Britania y Al Grano, que tomaron esta decisión hace varios días. El primero de ellos explica que optan por cerrar tras detectarse un caso de Covid en la zona, y el segundo advierte de que varios clientes han dado positivo en la PCR y recomienda a aquellos que hayan estado en el bar en los cinco días previos que contacten con su médico.

Asimismo, Sanidade notificó ayer dos nuevos brotes, uno de carácter social en la ciudad de Ourense que afecta a cinco personas: dos mujeres y dos hombres de entre 32 y 38 años, y un menor; y otro de origen familiar en O Carballiño, con tres casos, una mujer de 20 años y dos hombres de 33 y 57.

Además, suman nuevos contagios dos de los brotes existentes en Verín y otro en Ouernse. En la villa del Támega, el foco que afecta a tres jóvenes asciende a cinco al sumar dos positivos entre sus contactos, dos hombres de 20 y 56 años. Y pasa de siete a diez casos el brote relacionado con un encuentro familiar notificado el 30 de agosto con el positivo de tres personas más, una mujer de 37 y dos hombres de 46 y 88. Finalmente, el foco de origen social notificado en Ourense el pasado día 4 con siete afectados aumenta a ocho con el diagnóstico de una mujer de 43.