"Vamos a mantener nuestro asiento en el pleno y vamos a trabajar para quitar el bastón de mando al alcalde, porque la ciudad necesita que gobierne alguien con decencia". "El problema del Concello es Jácome. Si él cometió las irregularidades, es él que tiene que irse no nosotros por denunciarlas". "Nos da igual de qué partido sea el nuevo alcalde, de PP, Ciudadanos, BNG o PSOE".

Son algunas de las declaraciones realizadas ayer por los cuatro concejales de DO críticos con su alcalde, de los siete que tiene DO en la corporación local de Ourense -el quinto edil crítico ya anunció que deja su escaño- tras el anuncio de cese hecho público por el alcalde, de Miguel Caride y Manuel Álvarez, en una rueda de prensa en la que anunciaron que las otros dos ediles críticas también renunciaban a sus competencias, por solidaridad.

Comparecían unidos ayer para confesar la "difícil situación" que están viviendo en su faceta política y en la personal, pero "nuestra obligación legal era denunciar", indicaron en relación al escrito a Fiscalía para conocer el destino que dio el ahora alcalde a los más de 800.000 euros que calculan recibió DO en donaciones públicas y privadas, y en las aportaciones de hasta el 50% del sueldo que pedía a algunos de sus asesores.

"Lo estamos pasando francamente mal", señalaron, dado que "estábamos trabajando en un proyecto político basado en la relación de amistad con esa persona y ahora es como un divorcio en una familia, no pudimos arreglarlo internamente y es tremendo soportar que esto trascienda".

En todo caso, no tienen pensado renunciar a su escaño y les gustaría defender el mismo proyecto político. Afirman que Jácome tomó ayer la decisión de cesarlos de sus competencias, "porque le dijimos que si él no dimitía seríamos nosotros los que renunciaríamos a ellas, y a él siempre le gusta adelantarse a todo", afirmó Miguel Caride.

Allí estaban junto con Miguel Caride y Manuel Álvarez, los dos cesados por su alcalde, María del Mar Dibuja y Maite Rodríguez, la concejala que, tras apoyar el escrito a Fiscalía por las supuestas irregularidades contables en el partido del regidor, había dicho dos días después que "a mí Jácome no me estorba".

Ayer reconoció que aunque pronunció esa frase, que parecía situarla fuera del sector díscolo, había que dar un paso adelante dadas "las graves acusaciones" sobre la gestión económica de DO.

De hecho, uno de los hechos denunciados es que Jácome podría haber desviado esas ayudas de Concello y Diputación, y las aportaciones no siempre tan voluntarias, al partido de los asesores contratados por él a una cuenta que no era la del partido.

Manuel Álvarez estimó en más de 800.000 euros, el dinero de donaciones y asignaciones de Diputación y Concello para DO, que pudo ingresar el presidente del partido entre 2015 y 2019 sin explicar su destino y que algunos de los asesores de Jácome llegaban a cobrar hasta 600 euros tras entregar al alcalde fuertes cantidades para el partido, en donaciones que no tenían nada de voluntarias.

Ante lo que consideran una gestión personalista de DO y del Concello, Miguel Caride recordó que el pacto de gobierno "no fue un pacto PP-Jácome, sino PP-DO y nosotros trabajamos a fondo por ese proyecto hasta el día que nos cesó y dejamos todo bien arreglado para facilitarle el trabajo a los que vengan a nuestras concejalías ".

Negaron que vayan a integrarse en el PP si Jácome dimite pese a la buena sintonía con los concejales de este partido a la hora de trabajar en equipo. No obstante, su acta como ediles tiene vigencia hasta 2023, y siguen confiando en el proyecto que en su momento diseñaron con DO, "un proyecto político que entonces diseñamos entre todos y que creemos que podríamos seguir defendiendo".

Es más que probable además que los ediles críticos de DO apoyen la moción no vinculante que presenta al pleno del viernes el BNG pidiendo la dimisión del alcalde y la de Ciudadanos, que solicita una comisión de investigación sobre la gestión económica de Jácome, esta sí vinculante.