El concello de Ourense amanece hoy con nuevas restricciones que amplían las que afectan a toda Galicia para evitar la transmisión del coronavirus. Esta nueva situación responde al incremento de los casos de Covid-19 y se produce en un momento de cierta preocupación por el inicio del curso escolar y el regreso generalizado del alumnado a los centros educativos. Las restricciones afectan solamente al municipio ourensano y se aplican en un momento de incremento progresivo de los casos de coronavirus. El área sanitaria, que abarca toda la provincia, contabilizó ayer 362 casos activos, con 26 ingresos en el Hospital Universitario de Ourense, tres de ellos en la UCI.

Las nuevas medidas las anunció ayer el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, tras reunirse con el comité de expertos que asesora a la Xunta sobre la evolución de la pandemia, y entraron en vigor a medianoche, tras su publicación en el Diario Oficial de Galicia.

La evolución de la situación epidemiológica en el municipio de Ourense (las restricciones afectan también a otros concellos gallegos, entre ellos Santiago, pero ninguno en la provincia) han obligado a adoptar esta decisión, que tiene por objetivo acotar al máximo la expansión del virus.

Solo en la capital ourensana se han contabilizado diez brotes, aunque uno de ellos ha quedado desactivado, por lo que actualmente hay nueve focos activos, la mayoría de origen familiar. El principal es un brote social localizado en el barrio de Mariñamansa, con 24 positivos confirmados el miércoles y sin que se conozca por el momento el resultado del cribado selectivo que el Sergas inició la semana pasada. Fuentes sanitarias señalan que todavía no ha finalizado, y estaba previsto realizar pruebas a entre 250 y 300 vecinos y trabajadores de establecimientos.

Los otros brotes, la mayoría de origen familiar, afectan a un total de 33 personas, según los últimos datos facilitados por las autoridades sanitarias.

Todos ellos suman cerca de 60 contagios, pero hay otros casos activos no vinculados a ninguno de estos focos que elevan la curva y también la preocupación ante la amenaza de una propagación descontrolada.

Las nuevas medidas se publicaron ayer en el Diario Oficial de Galicia y entraron en vigor a las 00:00 horas. Incluyen el cierre de los centros de día para personas mayores o con discapacidad, y la suspensión de las visitas en los centros sociosanitarios, así como las salidas de los usuarios al exterior. Esta restricción ya se había aplicado a cuatro residencias en la zona de Mariñamansa y en el centro de día Troncoso, pero ahora se extienden a todo el concello.

En relación con las residencias de mayores y personas con discapacidad, Jesúsu Vázquez Almuiña explicó que en los próximos días mantendrá una reunión con la Consellería de Política Social para elaborar un protocolo más estricto sobre su funcionamiento y régimen de visitas.

Las reuniones personales se limitarán a un máximo de 10 individuos y se reduce el aforo hasta el 50% en comercios, restaurantes y hostelería donde, al igual que al inicio de la desescalada, no se podrá servir en barra. También se reduce a la mitad el aforo en las bibliotecas, academias, autoescuelas y centros privados de enseñanza no reglada.

Las celebraciones de carácter social como bodas, bautizos y comuniones no podrán superar el 50% del aforo del salón de banquetes ni el número máximo de 50 personas para lugares cerrados y de 100 en el caso de que se celebren al aire libre. Esta medida, en cambio, no entrará en vigor hasta el próximo lunes, por lo que no afecta a los eventos programados para este fin de semana.

Mascarilla en los gimnasios

El decreto de nuevas restricciones implica también el uso obligatorio de la mascarilla en gimnasios, una medida que el comité clínico valora hacer extensible al resto de la comunidad.

La intención de la Consellería de Sanidade con esta nueva bateria de medidas, explicó el conselleiro, es poder actuar de manera más selectiva y con mayor rapidez ante la aparición de casos en una zona concreta. Es por esto que, frente a las medidas adoptadas para toda la comunidad autónoma desde el principio de la pandemia, se trata ahora de acotar al máximo la expansión del virus, restringiendo y regulando determinadas actividades ya no por áreas sanitarias, sino por ayuntamientos, ciudades o incluso barrios.